Deportes
Jueves 23 de febrero de 2012, Costa Rica
Pasión por el deporte

Futbolistas y técnicos a través de los años

Con fama de agrandados

Hermes Solano Rodríguez

hermes.solano@aldia.co.cr

Dentro de la cancha tienen talento, se creen los mejores, quieren serlo. Pero muchas veces proyectan una imagen de “juega de vivos” que, fuera del terreno, hace pensar que están agrandados.

Esa fama - justa o no- se la han ganado muchos jugadores y técnicos a lo largo de los años en el fútbol costarricense y hoy es difícil que cambien la percepción.

El tema sale a relucir luego de que Yader Balladares dijo a los medios que Wálter Centeno era un “agrandado”.

En un sondeo en www.aldia.cr el 79% dijo que el morado era un “juega de vivo”; sólo el 21% señaló que no. Votaron 1.137 personas, hasta ayer a las 7 p.m.

“‘Paté’ se ha dado esa fama y me parece que a él no le incomoda ni le inmuta que le digan que es un agrandado”, considera el periodista de Radio Columbia, Cristian Sandoval.

Nombres como Rolando Fonseca, Froylán Ledezma, Álvaro Saborío, Michael Barrantes o Gabriel Badilla, e incluso el de Paulo Wanchope, se han escuchado cuando se menciona este tema.

Y no solo de ahora, porque en antaño algunos jugadores como Enrique Rivers, Álvaro Solano o Juan Carlos Arguedas fueron encasillados de esa forma.

“La gente sin conocerme me juzgaba, pero cuando me trataban cambiaban el criterio”, afirma Arguedas, quien jugó con Alajuelense, Saprissa y Herediano.

“Chope” fue uno de los referentes del fútbol tico y afirma que sí, en ocasiones lo tildaron de agrandado, aunque él considera que nunca lo fue.

“No sé, seguro, uno escuchaba comentarios de algunas personas y la percepción que tienen de uno”, dice el exatacante, quien cree que la gente a veces no entiende que los jugadores son personas como todos, solo que con mucha exposición en los medios.

“Primero que todo, somos seres humanos. Podemos tener un mal día y puede ser que uno no salude o tenga mala cara”.

Adentro sí, afuera no

“En la cancha tiene que ser agrandado porque es un “plus” en el terreno de juego, debe tener carácter”: el criterio de Sandoval es compartido por los exfutbolistas, asegurando que en la cancha no hay humildad.

Ahí sí se vale ser agrandado.

“Cuando uno compite lo hace con esa mentalidad, de demostrar que uno es mejor que el rival y por ahí podrán malinterpretar la personalidad fuera de la cancha”, dice “Chope”, criterio que comparte Juan Carlos Arguedas.

“Yo siempre pensé y creí que era un buen futbolista y si estuve en los mejores equipos del país no fue obra de la casualidad”.

Eso sí, con el pitazo final, esa situación debe cambiar.

“Fuera de la cancha ante la pérdida o el gane, se debe tener equilibrio y ser respetuoso”.

En el Facebook de Al Día pusimos el tema a colación y los comentarios y los nombres florecieron, siendo los de Centeno y el del técnico florense Jafet Soto los que más sonaron en la red.

Pero no se salvaron Patrick Pemberton, Elías Palma, Cristian Oviedo, Víctor Núñez o los técnicos Alexandre Guimaraes y hasta Johnny Chaves.

Lo sean o no, la percepción del aficionado es esa, quizá solo por la imagen de un mal momento.

MANDAMIENTOS DEL AGRANDADO

Primero Se relaciona poco con sus compañeros y rivales. Le gusta correr solo en los entrenamientos.

Segundo Saluda poco, no lo hace del todo y si lo hace es con indiferencia al aficionado.

Tercero No le gustan o no acepta las críticas cuando las cosas no le están saliendo bien.

Cuarto Firma autógrafos y se saca fotos con la afición con desgano, sin querer hacerlo.

Quinto Le responde con gestos a la afición en el estadio cuando le silba o abuchea.