Nueva York / AP. Alguna vez, Serena Williams sufrió críticas por no tomarse el tenis en serio.
Por elegir dónde jugar y cuándo dedicar el cien por ciento, por no dedicarse de lleno al deporte y tomarse el tiempo para actuar, diseñar ropa y otras actividades.
Al parecer, ella sabía muy bien lo que hacía, porque dentro de la cancha las cosas han salido bastante bien. Tras casi un año sin jugar por diversos problemas de salud, Williams está de nuevo en su mejor nivel y mezclada entre las mejores del mundo.
El Abierto de Estados Unidos, que comienza mañana lunes si el huracán Irene lo permite, será su oportunidad de demostrarlo.
“Estoy aquí para jugar un partido y el siguiente y, con suerte, llegar a siete victorias. A eso vine”.
Con 29 años, tiene más majors que ninguna otra jugadora activa, con 13 títulos, es sexta en la historia y ganó el US Open en 1999, 2002 y 2008.
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