Aprovechando su única visita al año por el país, Wendy Cruz, con su humildad de siempre y su fresca sonrisa capaz de encantar, nos comentó cómo son sus días en Texas, lugar donde además de explotar su talento periodístico, también encontró el amor.
Tiene cuatro años de haber partido a tierras lejanas, con una maleta llena de ilusiones. Hoy aún no deja de descubrir cosas nuevas.
“Cuando uno deja de soñar deja de vivir. Quiero seguir creciendo e incursionar un poco en la producción de noticias, es una de las cosas que me interesa”, dijo Wendy, quien además mantiene el reto de publicar algunas de sus experiencias para orientar y ayudar a personas con sueños similares.
No por nada la guapa comunicadora ganó un concurso de la revista D Magazine, como la más bella de Dallas y es que además de sus labores diarias, también hay tiempo para disfrutar de los ratos libres.
“Es una vida agitada, intensa, pero muy divertida. Mi día empieza normalmente a las 6 a.m. y termina a las 10 p.m. Desde hace dos años practico yoga como rutina de ejercicios, me encanta leer, escribir y andar en bicicleta por algún parque”, agregó Cruz.
Lo tico en la sangre
Podrán haber miles de kilómetros de distancia, pero un tico es fácil de identificar y por eso al consultarle a Cruz sobre las costumbres inevitables en su vivir diario, ella contestó: “Empezar el día con pan y café, saludar a la gente con un beso en la mejilla, comer arroz y frijoles varias veces a la semana, tratar a los adultos de don y doña, tener siempre refrescos de frutas naturales en el refrigerador y algunas veces sentarme en el patio de la casa a ver el atardecer”.
Contenta en Dallas, la josefina no descarta del todo volver a residir en el país, pero entre sus planes, todavía hay otra cosa pendiente: el ser mamá.
Un pilar importante para que Cruz aliviane el peso de estar lejos de casa, fue empezar su propia familia, al lado de Daniel Schemel, su esposo,un diseñador y distribuidor internacional de relojes, de origen colombiano-alemán.
Cuando nos visita, la bella periodista aprovecha para ir a la playa, a los volcanes, a la montaña y disfruta de la comida de su mamá, Rosemary Lizano, allá en Coronado.
A fondo
Su imagen la identificamos al instante, luego de trabajar para Telenoticias de 1999 al 2006, pero ¿qué otros detalles no conocemos de Wendy?
“Siempre colecciono algún recuerdo de los países a los que viajo, le tengo miedo a las alturas, hablo dormida y sueño con vivir cerca del mar”, aseguró a VIP.
El secreto de su éxito fuera de las fronteras, es la humildad en los momentos de triunfo para no perder el norte, pero sobre todo mucha perseverancia en los momentos difíciles.
Sobre las labores domésticas ahí va. Dice experimentar recetas en la cocina (aunque a veces terminan en desastre) y también le dedica tiempo a una pequeña huerta y al jardín.
En cuanto a sus gustos, pese a que se ve en muy buena forma física, Wendy asegura disfrutar de la comida, “trato de consumir cosas saludables como frutas, verduras y tomar agua, pero nunca le digo que no a probar restaurantes nuevos, a los postres, al pan, a los dulces y sobre todo al chocolate”.
Así disfruta una costarricense en la tierra de los Cowboys y los Mavericks y que en la pasada Copa Oro se puso la “roja” y en el estadio de Dallas hinchó su pecho para cantar el himno nacional en la victoria 5-0 ante Cuba, uno de los bonitos recuerdos recientes y que ella atesora.
Memorable
Alto riesgo
Uno de sus recuerdos fue la vez que viajó a Florida en busca de cazar el huracán “Iván”, ahora se detendría a pensarlo.
Aprendizaje
La experiencia más enriquecedora es sin duda el viaje a África (Uganda), una zona afectada por la guerra y el hambre.
Carrera
Se graduó como periodista en el año 2003 de la Universidad Latina. Antes se dedicaba a traductora de inglés.
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