La fatalidad tocó esta semana a la puerta de siete familias de Orotina y San Ramón.
El dolor para ellas quizás es mayor porque se trata de personas que apenas estrenaban su mayoría de edad y otros ni siquiera llegaron a coronarla. Tenían toda la vida por delante y, en segundo, les fue arrebatada de forma violenta.
A primera vista, hubo en los crímenes una reacción emocional equivocada en Orotina e irresponsabilidad al volante en la ruta rural de San Rafael de San Ramón, en Alajuela.
Buenos hijos, hermanos, primos, compañeros, amigos... excelentes estudiantes, sueños profesionales y de realización personal truncados.
José Pablo Salazar Calderón, de 18 años, volvió a clases este lunes, luego de las vacaciones de medio año y estando en el laboratorio de cómputo junto a sus compañeros de duodécimo del Colegio Técnico Profesional Ricardo Castro Beer, recibió un disparo en la cabeza que acabó con su vida.
José Pablo conocía a su asesino, era su amigo, quien tras matarlo optó por dispararse en la sien derecha.
Dennis Méndez Varela y Joxiny Hidalgo Gamboa, de 17 años; Luis Alonso Solís Briceño, Iván Alberto Elizondo Rodríguez y Angie Miranda Méndez, de 18, estudiantes del Instituto Julio Acosta, murieron la madrugada del miércoles, luego de ofrecer serenatas a los quintos años en San Rafael de San Ramón.
Todos fueron atropellados por un conductor de apellido Chavarría cuando estaban sentados cantando al lado izquierdo de la calle ante la falta de aceras.
Otros cuatro estudiantes sufrieron lesiones como consecuencia de la colisión que dejó esparcidos en la calle sus confites, maracas y guitarra.
El chofer, que huyó del sitio del mortal atropello, es un guarda penitenciario de la cárcel La Reforma, que manejaba con la licencia vencida, sin la revisión técnica vehicular, ni marchamo. La alcholemia registró 0,10 gramos de alcohol (0,75 es es el máximo permitido).
Chavarría descontará cuatro meses de prisión preventiva por cinco homicidios culposos y cuatro lesiones culposas.
Un inicio de clases sangriento y trágico que consterna al país y lleva a la presidenta de la República, Laura Chinchilla a decretar tres días de duelo nacional a partir del jueves anterior.
Más allá de las condolencias y solidaridad con las familias dolientes, estos lamentables hechos retratan que las omisiones tienen consecuencias y golpean lo más querido y preciado a los hijos.
Hay serias fallas en la seguridad de los centros educativos públicos, si un extraño o alumno quiere ingresar armado y ocasionar una matanza puede hacerlo, vean el ejemplo en el Técnico de Orotina, en otros liceos no nos consta que sea distinto.
La falta de controles rigurosos y constantes de tránsito en carretera permite a miles de conductores manejar con la licencia vencida, sin revisión técnica, sin marchamo o que corresponde a otros vehículos.
La fiscalización molesta así como las multas elevadas, se habla hasta por los codos de los oficiales, de las mordidas, pero son medidas necesarias para disuadir a quienes no respetan las normas y que con sus actuaciones pueden lesionar y matar a otros.
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