Dallas/AFP. - Dirk Nowitzki y LeBron James, las caras visibles de los momentos por los que atraviesan Dallas Mavericks y Miami Heat, se enfrentan desde bando separados al ahora o nunca de sus carreras, en un sexto partido de la reñida final 2010-2011 de la NBA.
Con gran actuación de Nowitzki, los Mavericks doblegaron antenoche por 112 puntos con 103 al Heat para tomar ventaja de 3 juegos contra 2 en la serie al mejor de siete partidos.
El “Kaiser” texano encestó 29 puntos para cargar de nuevo con Dallas, pese a no estar completamente recuperado de la sinusitis acompañada de fiebre que lastró su desempeño en el cuarto juego de la serie, ganado por los Mavs 86 a 83.
Para Nowitzki, el juego de mañana en Miami será el parteaguas de una gran carrera de 13 años en la NBA, en la que ha cosechado cifras impresionantes para convertirse en el mejor jugador de la franquicia texana en todos los tiempos, pero sin un anillo de campeón todavía.
Al rescate
LeBron James, por su lado, tiene delante suyo la misión de sacar a Miami del hoyo en que se ha metido debido a su poca capacidad para rematar el partido en los finales, algo en lo que el bien pagado superastro tiene mucho de responsabilidad.
James ha visto disminuir su ofensiva en esta fase final de los “playoffs”, debido a la inteligente marca doble, y hasta triple, que le ha implantado Dallas, y principalmente los veteranos Jason Kidd y Shawn Marion.
El hombre que en la temporada regular encestó 26.7 puntos por juego, y llegó a esta final con una media de 23 cartones, ha descendido en estos “playoffs” finales a unos 16.1 puntos por encuentro.
Poco después de su actuación en el cuarto partido de la final, en el que encestó sólo ocho puntos.
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