Alajuela - La inmadurez, las fiestas, las malas amistades y la falta de dinero lo llevaron a tomar una apresurada decisión: dejar el fútbol, apenas a sus 18 años.
La poca regularidad que tenía con el Alto Rendimiento de Alajuelense, aunada a la carencia de recursos económicos, hicieron que el joven de 21 años y oriundo de Atenas tomara la determinación de dedicarle tiempo completo a la universidad pese a su talento innato con el balón desde niño.
A Verny Ramírez, nueva sorpresa en la banda derecha de la Liga en este torneo, la vida le presenta una segunda oportunidad tras un pasado amargo, en el cual la desmotivación y las adversidades lo acompañaron en su crecimiento como persona y jugador.
“En aquel momento me creía el rey del mundo. Creo que la inmadurez me estaba matando. Las fiestas, el colegio, la falta de dinero, todo me desorientó y es ahí cuando te das cuenta que no todas son maduras, decidí dejar el fútbol, estaba desmotivado y quería estudiar”, recuerda Ramírez.
Para ese entonces, Verny era banca en el Alto Rendimiento, mientras otros amigos y compañeros suyos como Luis Miguel Valle, Marco Ureña y David Guzmán, ya debutaban en Primera.
Sin embargo, el joven amante del cuadraciclo y la patineta, quien fue formado en ligas menores de Alajuelense y a la vez se considera un manudo de corazón, tuvo un nuevo aire.
En su carrera apareció un “ángel” que lo hizo reflexionar y lo motivó a seguir luchando.
A él se le acercó Mauricio Montero, a quien Verny considera como un padre futbolístico.
“Retomé la motivación y fui capitán del Alto, supe lo que era tener responsabilidad gracias a Mauricio. El fue quien me rescató del retiro. Un día el “Profe” Óscar Ramírez ocupaba un relleno en un entrenamiento y me llamó para que practicara con ellos, ahí fui aprendiendo nuevas cosas y poco a poco empecé a hacerme un campo en el equipo de Primera”.
De su debut con los rojinegros, el domingo 14 de agosto ante Puntarenas, reconoce que previo al juego sentía nervios y ansiedad.
“Ese domingo no lo olvidaré nunca, fue un día muy bonito. Tenía ganas de demostrarme a mí mismo que tenía condiciones para jugar en Primera”, manifiesta el admirador de jugadores como Luis Marín, Wilmer López, Harold Wallace y Pablo Izaguirre.
Ramírez ocupó la banda derecha en el juego ante Cartaginés y fue uno de los hombres destacados del equipo erizo y el pasado domingo fue de los puntos altos en la victoria ante Pérez Zeledón.
¡Qué embrollo si quedan iguales!
El tráfico enloquece a Bryan Ruiz
Ashley no piensa en los permisos
Brasil tendrá seguridad 24 horas
Nada de “minibar” en habitaciones
El “Rey” llegó a reclamar su trono