Pasó Brasil por nuestro país, montó su show y alegró a la afición, pero en la cancha jugó feo y aburrió, no por culpa de Ronaldinho y su combo, sino por la Selección Nacional.
¿Vieron el juego que Brasil hizo ante México en Torreón?, quien no lo observó, le detallo un poco y a quienes lo vieron refresquen la memoria.
Brasil hizo otro partido, ganó con dos golazos. Estuvo contra la pared y en diez minutos le dio vuelta al compromiso.
Fue un choque atractivo, al menos mucho más que el que se dio aquí, y todo porque México salió a jugarle a Brasil, buscó faltarle el respeto.
En el Nacional, la Tricolor fue muy defensiva, no se animó a atacar, se atrincheró en el área y los brasileños al ver la propuesta no quisieron apretar y cuando se cansaron del “jueguito” tico, dijeron hagamos el gol y terminemos ya.
Neymar llegó y lo hizo.
“¿Un rival sin interés atacante? Es como intentar hacer el amor con un árbol”, escribió Jorge Valdano y Brasil se dio cuenta de ese desinterés, se aburrió y aburrió a todos.
Ojalá ante España, Pinto se anime un poquito y la “Sele” brinde mejor imagen.
Porque ese juego, con puntos en disputa, y aunque tirada atrás, Brasil vence a la “Sele”. Otro tema que ya cansa y espero no volverlo a mencionar, es el caso de Jonathan Mc Donald, ya no diré si la Liga hizo bien o mal, si debió pensar en lo moral o no, pero lo que me sorprendió es que en la Federación y hasta el mismo Carlos Watson, se unieron para premiar al delantero.
¿Cómo es posible que ante tremenda bronca donde participó McDonald, reciba como premio un llamado a la Selección que competirá en los Panamericanos? Sí es un premio, Watson no debió pensar en McDonald aunque fuera Neymar, o Cristiano Ronaldo.
Y la Federación no debió permitir esa convocatoria, el mal ejemplo se castiga, pero en el caso de McDonald, casi que le aplaudieron.