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Sábado 15 de octubre de 2011, Costa Rica
Pasión por el deporte

La historia del “1” liguista

Pemberton: “Pensé en marcharme”

Hermes Solano Rodríguez

hermes.solano@aldia.co.cr

Alajuela. - “Mi carrera futbolística no ha sido muy linda”. Así comenzó la entrevista Patrick Pemberton, arquero de Alajuelense, resumiendo lo que han sido sus 12 años de carrera, desde que llegó a las ligas menores de Alajuelense.

Desde hace poco más de un año vive su momento más dulce, con titularidad, bicampeonato y buenas actuaciones, pero para llegar a ello tuvo que pasar por muchas pruebas que lo hicieron dudar, pensar en irse, cambiar de aires...

Lesión de cráneo y fractura de codo lo recibieron apenas en sus primeros años como profesional. Un panorama nada alentador que quizá le avisaba que las cosas no iban a ser sencillas.

El banquillo y la grada fueron sus principales compañeros, esos que nadie quiere, pero que irremediablemente tuvo que hacerlos suyos.

“Ver partidos en la banca, en la grada o desde la casa no es agradable”, afirma el “1” rojinegro, quien vivió, irónicamente, su mayor momento crítico, cuando le dieron la oportunidad de jugar.

Fue en el Invierno 2008, el argentino Marcelo “Popeye” Herrera envió a la banca a Wardy Alfaro y le dio la titularidad a Pemberton.

Alajuelense llegó a la final, ganó al Saprissa en la ida 2-0 y en la vuelta en Tibás, el meta no tuvo su mejor actuación, un par de errores terminaron en gol y los morados fueron campeones.

“Me marcó, me costó demasiado, incluso la posición, echarme a gran parte de la afición encima, muchos no me querían”, mencionó el arquero, añadiendo que “en momentos pensé en marcharme. Fue difícil salir a la calle y que la gente te señalara”.

Se quería ir de la Liga, lloraba por las noches, pero su familia fue su principal apoyo, y cuando la decisión de irse estaba tomada, echó marcha atrás.

Su momento

Dos años después de aquel episodio llegó su momento más feliz. Al llegar al banquillo Óscar Ramírez se adueñó de la titularidad, tapó un penal en la definición del cetro ante Herediano y disfrutó de su primer título en forma, jugando, cerrando algunas bocas.

“Ha sido mi mejor año. Llegar, estar, jugar, tener la confianza del técnico…”, dice, tras el bicampeonato, sus actuaciones, la Concacaf...

Hoy es un Pemberton feliz, que dejó atrás sus malos ratos, pero no se conforma, no quiere volver a vivirlo.

Se enfoca en seguir triunfando y espera su chance en la Selección.