Deportes
Sábado 3 de septiembre de 2011, San José, Costa Rica
Pasión por el deporte

Norma Rodríguez tan solo tiene tres años en competencias de atletismo

Pocas con su pasión, ninguna con sus triunfos

Sofía Quesada Chavarría

squesada@aldia.co.cr

Santa Gertrudis, Grecia. - Ni siquiera ha cantado el gallo y ella ya se encuentra en pie.

Casi a diario siente el deseo de darle un “manazo” al despertador cuando a las 4 a.m. le avisa que su día ya inició. Aunque quiera seguir durmiendo sabe que el sacrificio ha valido la pena, por eso no lo piensa dos veces y se pone las tenis para salir a correr.

Los resultados le dicen cada domingo a Norma Rodríguez que las cosas las está haciendo bien. La alajuelense es la reina de las carreras de 10 kilómetros que se realizan en el país.

Ella, quien dice estar enamorada de este deporte, en lo que va del 2011 ha participado en 20 carreras, de las cuales ha ganado 18 y ha sido segundo lugar en dos.

“Las que no pude ganar fue la Clásica Candelaria y la Sol y Arena, en las dos ocasiones me ganó la triatleta ecuatoriana Elizabeth Bravo”, recordó la giega.

Este año lleno de victorias han hecho que Rodríguez lidere el ranking nacional de carreras pedestres de 10 km de la Federación Costarricense de Atletismo.

“Eso me hace sentir muy orgullosa y satisfecha porque todo el esfuerzo ha valido la pena”.

Toda una madrugona

El día no le alcanza a Norma a pesar de que sale a correr más temprano que el mismo sol.

Las calles de Santa Gertrudis de Grecia son testigo cada mañana de su gran esfuerzo, perseverancia y constante exigencia.

No hay un entrenador que la acompañe en el trayecto, solamente la noche que en cada salida le pide un paso firme, el cronómetro que le recuerda debe vencerse a sí misma y el sol, en el cierre de cada entrenamiento, que le asegura que mañana será mejor.

Una sesión diaria de entrenamiento, con descanso los sábados, le permite seguir dominando sobre el asfalto.

“Nunca he tenido entrenador, pero no lo descarto. Sé la función enorme que tienen ellos pero también sé que siempre he dado lo mejor de mí y trabajo hasta lo último para conseguir el tiempo que quiero”, dijo Rodríguez.

El resto del día lo dedica a su casa, sus hijos y al trabajo. “Desde hace muchos años trabajo como auxiliar de contabilidad con mi esposo. La verdad es que me siento una mujer muy completa”.

Norma asegura que trata que la sonrisa nunca desaparezca de su rostro. “Amo la vida y amo correr, espero hacerlo hasta el fin de mis días. Lo más importante de todo es que nada lo hago por obligación sino por voluntad”.

Algo que empezó “para bajar unos kilitos de más” hace 20 años, en el 2008 se convirtió en su mayor pasión. “Ese año me invitaron a participar en la carrera de relevos San José-Puntarenas, me encantó y empecé a participar más. El 2011 ha sido mi mejor año”.

Entre caña y café

Su humildad, sencillez, amabilidad y amor por la vida los heredó de sus padres, don Rodrigo Rodríguez y Dora Rodríguez.

La penúltima de 14 hijos afirma que tuvo una “niñez increíblemente hermosa aunque con muchas limitaciones económicas, era una familia muy grande”.

Rodríguez no olvida las vacaciones recogiendo café. “Mis hermanos y yo lo disfrutábamos mucho. Mi papá siempre fue agricultor entonces en vacaciones tocaba ir a ayudar”, recordó.

A los 15 años se convirtió en catequista. “Todavía lo soy porque soy bastante religiosa y doy un poco de lo que creo a los niños”.

Su esposo Marco Antonio Quesada y sus hijos Yerlin, de 14 años, y José Pablo, de 10, ya se han acostumbrado a su estilo de vida.

“Ellos saben que los domingos son para mí. A las carreras me voy en bus porque me da miedo manejar en San José. Cuando gano José Pablo se pone contento y llega a rajar a la escuela”.