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Sábado 3 de septiembre de 2011, San José, Costa Rica
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Gol de debutante Wallace da victoria a la “Sele” ante Estados Unidos en amistoso

Ganamos a pura hormona

Franklin Arroyo

Redactor

farroyo@aldia.co.cr

El gol de Wallace, desconocido para casi todos, puso justicia en el juego que Costa Rica ganó ayer a Estados Unidos, 1 a 0.

Con Wallace, que ingresó de variante, el buen cambio de Colindres y la actitud de la muchachada, la Tricolor hizo olvidar los ratos vividos con La Volpe.

Pero no todo fue un lecho de rosas. La falta de cohesión y de una idea táctica clara, el desajuste entre líneas y el tren de juego de los estadounidenses fueron elementos que de antemano se sabía que jugarían en contra.

Ante tal situación, solo esperábamos actitud, ganas, hormonas, una presentación digna.

El empate era mucho pedir, una derrota era lógica. El triunfo impensado.

Pero el 0 a 0 del primer tiempo nos abrió la ilusión de la victoria y los cinco minutos finales de ese periodo nos acercó a eso que llaman fe en el equipo.

Porque el inicio del juego fue de espanto. Los estadounidenses fueron una tromba, pero con mala puntería.

Donovan, por ejemplo, cerró una gran corrida de Shea al minuto 5 pero tiró por fuera, en lo que fue la ocasión más clara.

Un minuto después, Shea, volvió a desequilibrar a la defensa nacional con un servicio a Altidore, que controló con el pecho y remató, otra vez desviado.

Los “gringos”, presionaron y coparon el medio campo nacional, con control de la pelota y constantes ataques por los costados, sobre todo por el izquierdo, donde estaba Carlos Johnson.

Pero no lograron mantener la intensidad, y sobre la media hora el dominio se diluyó y dio pie a que la “sele” tomara confianza, sobre todo en los últimos cinco minutos de la inicial y asomó con peligro a la valla contraria.

Primero con un remate lejano del “Chiqui” con el que se fajó Howard y luego con otro cañonazo de Álvaro Sánchez, que el arquero envió al saque de esquina.

Pero el complemento fue lo mejor. Colindres dio la talla, Wallace no desentonó, Barrantes apareció y el equipo se la creyó.

Ellos volvieron sobre el final, con peligro, pero las hormonas ticas y Navas impidieron todo.