Así es la vida

Mauricio Astorga, actor

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El título de esta columna parece título de ranchera de José Alfredo Jiménez. Pero efectivamente es una despedida, porque hoy finalizo mi aventura como columnista de Al Día.

Una nueva etapa en mi vida profesional en México me dificulta poder dedicar el tiempo necesario para escribir cada semana en este espacio, así que he tenido que llegar a esta difícil decisión por respeto a usted y a este importante medio de comunicación.

No me gustan las despedidas. Prefiero pensar que la vida es contínua y que no hace falta decir adiós porque, tarde o temprano, uno se vuelve a encontrar con las personas queridas en el camino.

Sobre todo, no me gusta despedirme de las personas con quien uno ha sido feliz.

Y yo he sido feliz encontrándome cada domingo con usted durante estos cinco años.

Agradezco profundamente a don Edgar Fonseca, director de Al Día, por la confianza y la oportunidad que me brindó. Gracias también al maravilloso equipo de periodistas y compañeros de este periódico por todo su apoyo y, especialmente, a usted que me honró con su lectura cada inicio de semana.

Desde esta columna hemos hablado de todo, como buenos ticos, con la mejor intención de hacer de este país un lugar mejor para vivir y de aportar a los lectores un rato de diversión o de reflexión. Si logré eso, aunque sea con una persona, ¡misión cumplida!

No me gustan las despedidas, así que prefiero simplemente decirle: ¡Hasta pronto! ¡Nos vemos en el camino de la vida!

¡Ahora sí!...¡Que suenen las golondrinas!