Consumidores buscan alternativas a la medicina convencional

Gloriana Corrales

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La expectativa de que los productos naturales curen diversas enfermedades sin necesidad de administrar químicos va en aumento entre los ticos.

La cantidad de productos naturales que recientemente han incursionado en el mercado macrobiótico y farmacológico es una muestra del auge de la fitoterapia. Se trata de una ciencia que estudia el tratamiento de las enfermedades mediante el uso de plantas medicinales o sus derivados.

La medicina convencional o alopática se basa también en estas sustancias, pero son mezcladas con diversos químicos para acelerar y garantizar la acción.

La especialista en medicina biológica naturista Águeda Romero, explicó que la fitoterapia tiene una acción más suave y mejor tolerada por el organismo.

Además, ofrece una alternativa en el tratamiento de patologías crónicas. No obstante, estos productos solo pueden funcionar como complemento para tratar enfermedades agudas.

La farmacéutica Shirley Páez comentó que las sustancias de índole natural se absorben con mayor facilidad, no se acumulan en el organismo, los efectos indeseables son limitados y minimizan las interacciones negativas.

Se requieren conocimientos

Romero indicó que la medicina natural no es lo mismo que hervir unas hojas para hacer té.

“La mayoría de plantas con características curativas pueden tener hasta 20 principios activos. Algunos, al hervirlos, pueden perder sus propiedades mas importantes”, aseguró.

Por ejemplo, es más efectivo consumir el yantén y el carao frescos. Los cítricos pierden vitamina C luego de ser exprimidos y guardados en el refrigerador.

La experta explicó también que muchas veces las personas desconocen cuál es el principio activo de las plantas. Un ejemplo de ello es la manzanilla, cuyo ingrediente curativo se encuentra en las flores y no en las hojas.

La médico especialista en medicina alternativa Yasmín Chotocruz coincide en que se requieren bases científicas para poder tratar las enfermedades.

“La medicina alternativa se tiene que practicar como una rama de la medicina, con diagnósticos certeros. No porque sea natural significa que no tiene efectos”, destacó.

Ella prescribe en su consultorio infusiones de plantas medicinales, tintas, cápsulas, vitaminas y hormonas de origen vegetal.

Explicó que la diferencia con los productos que se pueden encontrar en las macrobióticas es que solo con altas concentraciones se pueden lograr efectos terapéuticos. Es por eso que está en contra de tratar padecimientos médicos o enfermedades con riesgos solo con productos comprados en estos establecimientos.

“Yo misma he ido a la macrobiótica a comprar productos que son muy buenos, pero hay que saber usarlos.

“Las personas esperan ver los efectos y muchas veces les ofrecen, sin conocimiento, suplementos que nos les van a servir. Eso es lo que pone en mal el nombre de la medicina natural”, añadió.