La historia de su vida bien podría haber inspirado una serie de televisión, pero no policiaca como la que lo hizo famosa si no de drama y lucha.
Paul M. Glaser, quien fue conocido en todo el mundo tras interpretar al famoso Starsky, en la “Starsky & Hutch”, nació en un hogar de raíces judías, su padre era arquitecto y él, el menor de tres hermanos desde muy joven se inclinó por la actuación, según biografias.es.
Tras una carrera exitosa y una vida personal que aparentaba serlo, en 1984 sufrió un duro revés cuando se descubrió que su esposa Elizabeth, con la que se había casado en 1980, había sido infectada con el virus del SIDA mediante una transfusión sanguínea que le realizaron durante el parto de su primera hija Ariel.
Esto provocó que la pequeña también resultara 0 positivo, pero lo peor de todo fue que se enteraron, cuatro años después de haberlo contraído, justo cuando nacía el segundo hijo de la pareja, Jake.
El primer golpe vino en 1988, cuando Ariel murió a causa de la enfermedad, y seis años más tarde en el 1994, Elizabeth también perdió la vida.
Esta experiencia hizo que Paul se alejara poco a poco de las cámaras y creara una fundación para luchar contra el Sida para mujeres embarazadas y niños, la cual presidió hasta el 2002.
Dos años después de la muerte de su primera esposa se casó por segunda ocasión con Tracy Barone, de quien se divorció en el 2007, con ella tuvo otra hija llamada Zoe.
Su hijo Jake, quien también tiene VIH, está con vida y con buena salud, según el sitio IMDB.com. Sus últimas apariciones fueron en el 2009 cuando participó en varios comerciales.