No tuvo más remedio que decir que era casi que la mismísima “muerte” cuando reflexionó sobre su infancia.
Entre risas, Alejandro Camacho recordó que de chiquillo el brincar tapias, tocar timbres, pasar subido en los árboles o en los techos le deparó una etapa de vida inolvidable, aseguró.
Toda la vida en Guadalupe, “Core”, como le dijo desde siempre su padre, Luis Enrique Camacho ha llevado ese espíritu alegre, que hoy se ve reflejado en televisión, ya que es parte del elenco de “Combate”, aunque ahora funge como auxiliar.
Aplicado en el estudio y cuando no lo fue, ahí estaba su mamá Isabelle Cruz para meterlo en cintura.
“Lo único que ella me pide ahora es que no descuide el estudio y mientras traiga buenas notas está feliz”, comentó el menor de cuatro hermanos quien cursa en la universidad el segundo cuatrimestre de Terapia Respiratoria.
Al “combatiente” le toca llevarse los cuadernos y libros al canal, donde aprovecha cualquier rincón para repasar la materia.
“Espero trabajar en el futuro en un hospital o clínica desarrollándome como profesional y si el día de mañana se me da la oportunidad de combinar la profesión y el modelaje me gustaría y sería bien recibido”, contó el joven, quien gracias a su llegada al programa ahora goza de agenda llena.
Mismos que comenzó antes de su experiencia en televisión por rebote, ya que su hermano mayor Henry no podía asistir a una actividad, por lo que tuvo que suplirlo y a partir de ahí se involucró en el medio.
Nunca espero que una conocida, quien le informó sobre un proyecto de televisión, lo llevaría a la fama, luego de pasar por varios “castings” fue seleccionado y ahora es parte de una locura colectiva.
“Creo que nadie se espera alguna vez llegar a ser tan famoso, eso es hasta que se vive, el andar caminando y que de repente le pidan una foto y cuando uno vuelve a ver tenga a más de 20 personas al rededor. Es una experiencia inimaginable y por supuesto yo saco un ratito con todo gusto”, dijo.
En el programa ha representado a los dos equipos, no obstante dice tener bien definido el color de su corazón y este es el naranja.
“Hay mucha gente que me dice que por qué traicioné al equipo, ya que estuve con el azul –por lesión de Bryan Ganoza–, yo siempre lo voy a decir: mi corazón es del equipo que me dio a conocer y ahora que estoy al frente doy gracias por la oportunidad y daré lo mejor donde me toque”, citó.
Un “Chavo” casero
Su otro seudónimo fue puesto por el presentador del programa “Kiko” Robles cuando un 31 de octubre se quedaron a dormir todos los “combatientes” en el set y entre historias de miedo, Alejandro estaba de brazos cruzados y con los ojos pelados, al fiel estilo de “El Chavo del 8”.
Luego de eso y a partir de su expulsión, cuatro meses atrás, en la calle sólo “chavito” le llaman, pero además de eso Camacho también tiene cosas del legendario personaje.
“Me lo dicen en parte porque también soy bien torterillo, de repente boto algo”, contó.
Para apartarse de todo estrés, el ojiverde dijo que prefiere el calor de la casa, que la calle. “Soy de estar en la cama relajado viendo series viejonas como “El Príncipe del Rap”, “Alf”, “Mr. Ed”, también me gustan mucho los cómics, soy feliz viendo todo de Supermán, Spiderman, Batman, Hulk y cuando no estoy entrenando en el gimnasio”, señaló.
Aficionado al fútbol y al Deportivo Saprissa, el soltero aseguró que en cuanto a gustos es un poco detallista, donde las chicas coquetas, pero no exuberantes llevan la ventaja.
“Me gusta más la mujer sencilla, pero que se cuide bastante, bien finita, buena gente y guapa”, describió el galán. “Lo que más me fijo es en las manos”, agregó.
El cariño de la gente es lo que más presume de la experiencia, luego de la expulsión aseguró que muchas personas le han dicho que incluso lloraron frente al televisor como él lo hizo, por esa razón es que prácticamente en las redes sociales lo piden cada vez que se ocupe reemplazar a alguien por incapacidad.
Por su forma de ser Camacho es uno de los mimados del programa y espera nunca ser olvidado.
