Opinión

Edgar Fonseca M.

Director de Al Día

efonseca@aldia.co.cr

Es una contratación de alto voltaje. Por lo que pueda redundar, aún, en lo deportivo. Por lo que pueda influir en el camerino.

¿Cómo vuelve el “Cachorro” Ledezma a la Liga?

El entrenador lo acepta con su usual parquedad. “El solicitó una oportunidad…hablamos y está bien claro a lo interno”. Con más reservas, el fiscal y expresidente manudo advierte “…si ocurre algo, Óscar lo hará saber”.

Pocos dudan de las virtudes futboleras de Ledezma aunque, a sus 34 años, la factura de la edad le debe hacer mella. Le pasa a los más pintados.

Xavi Hernández, pequeño gran geniecillo del Barça, admite que, a sus 32, ya no es el mismo. “… cada vez me cuesta más recuperarme. Ya no es lo mismo…Ya no tengo 20 años y los partidos me pasan factura”, dice la estrella azulgrana en El País de Madrid.

Ledezma vuelve, dizque a retirarse ante una fanaticada que le idolatra como en sus buenos tiempos. Como aquellos del contrato del siglo con el mítico Ajax holandés, convertido en el fiasco del siglo por sus andanzas. Contrato y oportunidad que, a distancia, le habrán hecho tallar experiencia en piedra bruta.

Pasajes por Uruguay, Bolivia, Austria, Alemania y efímeros retornos han sido parte de esa trayectoria. Con su retorno se cumple, el antojo de un directivo. ¿Será sano eso en una institución profesional?

Gabas, capitán manudo, lo defiende sin ambages. “…va a tapar muchas bocas. Está entrenando para ser el mejor”.

No se metan con mi vida, se apura a rumiar, un Ledezma, con esa inexpresividad que tan solo borra en el terreno de juego. Por su habilidad y el “millaje” en ligas más fuertes, debería marcar diferencia.

Punto final-Otro que debería marcar diferencia es Óscar Rojas, el “mexicano” de Herediano. Doce años en una de las ligas más sólidas de América no se los brinca cualquiera. Lo suyo es capítulo aparte.