Enrique Weisleder inscribió su nombre en la historia del Saprissa y tras su muerte, será recordado por su gran aporte al cuadro morado.
El sábado se apagó la vida de este exdirigente, a sus 85 años de edad, pero su legado sigue vivo.
Así lo creen sus excompañeros y amigos, Fernando Villalobos y Bernardo Méndez, ambos exjerarcas del Saprissa.
“El legado de Enrique fue haber sido un enamorado del Saprissa, solo comparable con don Ricardo Saprissa, trabajando por amor a la institución”, indicó Villalobos, amigo cercano de don Enrique.
“Siempre fue una persona ecuánime, muy justo en su pensamiento, claro, con una gran pasión por el Saprissa”, dice Méndez, quien escribió un libro con Weisleder llamado “Saprissa siempre grande”.
El exjerarca recuerda que don Enrique era tenaz defensor del conjunto morado, pero nunca lo hizo de manera soez.
“No solo defendía, sino que promovía el nombre de Saprissa y lo hacía con mucha categoría”, finalizó Méndez.
Weisleder fue enterrado el domingo en el cementerio israelí.
