Sabe lo que se siente tener frío y no tener más que un cartón mojado para cubrirse.
David Chaves siendo un chiquillo rodó víctima de la pobreza por las calles de barrio Cuba , Cristo Rey y los rincones “rojos” de la capital, pero hoy sus pasos por esas mismas calles tienen otra razón de ser.
Este josefino quiso darle una mano a quienes pasan sus días sin un techo y por eso fundó una organización Un Corazón Samaritano en el 2007.
“Yo quiero darle una mano a la gente como me la dieron a mi y logré salir adelante”, comentó Chaves.
Agregó que vio la luz en el camino cuando invitado por unos primos asistió a un campamento cristiano y a partir de ahí su vida cambió.
Empezó a trabajar solo llevando comida por las noches a los indigentes, solicitando donaciones y hoy por hoy cuenta con 14 voluntarios fijos.
El grupo también se esfuerza en proporcionar alimento a comedores infantiles de diferentes comunidades como Los Cuadros, Tres Ríos, Hatillo, Curridabat y Alajuelita. Además, facilitar trabajo y becas de estudio a terceros.
Con una sonrisa de satisfacción suma en cinco años cumplidos ayudar a cientos y ya sabe de ocho que lograron cambiar su estilo de vida.
El camino es largo, pero sueña con tener un albergue y continuar con proyectos para eliminar la delincuencia.
La agrupación recibe donaciones y busca voluntarios. Solicita granos básicos y dinero para gastos como el gas para cocinar. Si quiere ayudar llame al teléfono 8928-2122.
Los motiva a diario no solo llevar algo de pan a los indigentes sino también el poder dar testimonio y que tengan la seguridad de que pueden salir adelante, aseguró David que este año piensa casarse.