Deportes
Viernes 5 de agosto de 2011, San José, Costa Rica
Pasión por el deporte

Puerto saca punto en Desamparados

Juan Luis parecía “león enjaulado” en el “Cuty”

Erick Carvajal M.

ecarvajal@aldia.co.cr

La ansiedad de Juan Luis Hernández fue “in crescendo” conforme avanzaba un partido donde para Orión el empate le salió barato ante un Puntarenas carente de contundencia en el último cuarto de la cancha.

El polémico director técnico y ahora dirigente deportivo empezó a ver el partido sentado en una banca fuera de la oficina administrativa, luego se puso de pie, se volvió a sentar, entraba, salía...

Su equipo, dirigido por Luis Fernando Sossa, no tuvo ideas en su propio estadio. Se escaparon.

Mientras que Puntarenas tratbaba mejor el balón, hilvanaba algunas jugadas, pero se quedaba sin fuerza a la hora de meter la bola en la cancha de Carlos Díaz.

Hernández parecía un “león enjaulado” y si hubiera podido seguro se metía a la cancha. En varias ocasiones bajaba de la oficina y volvía a subir mientras su equipo resolvía los embates porteños.

Incluso en dos ocasiones habló con uno de los asistentes técnicos y el segundo portero que a su vez hablaron con Sossa. ¿Qué les habrá dicho? Según dijo al final del partido era un asunto con uno de los junta bolas, no era ninguna indicación técnica.

Incluso Sossa aseguró que si recibiera alguna orden táctica de Hernández se iría. Así lo hizo en Turrialba, al que dirigió en Segunda División el torneo pasado.

El histórico encuentro de Orión y Puntarenas, ya que ayer era la primera vez que se enfrentaban, no invitó el gol al partido.

Orión tuvo una oportunidad tras una jugada de Wálter Chevez que disparó entrando al área pero la bola, aunque pasó cerca del poste, salió sin pena ni gloria.

¿Qué pasó con Orión? Según Sossa la ausencia de varias figuras como Esteban Granados por lesión, Rodolfo Rodríguez que no le llegó el pase de China, pesaron.

¿Qué pasó con Puntarenas? Luis Fallas, entrenador del “Puerto” indicó que tuvieron más volumen de juego pero siempre faltó ese esfuerzo en el último cuarto de la cancha para poder hacer el gol.