Todos recuerdan a la popular Lily Munster, que hacía el papel de la madre en la peculiar familia que cautivó la audiencia de los años 60, pero asociarla con Séfora del clásico los “Diez Mandamientos” no es tarea fácil para quienes tienen vivas ambas imágenes.
Yvonne De Carlo tuvo una vida tan multifacética como los papeles que interpretó durante su carrera cinematográfica.
Desde pequeña el arte corrió por sus venas, pero llegar a la pantalla grande no fue tarea fácil para De Carlo quien debió abandonar la secundaria para trabajar como bailarina en clubes nocturnos y teatros.
Fue en 1942, a la edad de 20 años, cuando Paramount Pictures la contrató para darle varios pequeños papeles en series como “Ruta a Marruecos” o “Por quien doblan las campanas”, pero fue hasta en 1945 cuando alcanzó la fama al protagonizar la película “Salomé, la embrujadora”.
De Carlo protagonizó desde filmes vaqueros hasta árabes y de cine negro, en donde destacaron su belleza y sus habilidades como bailarina.
En 1955 se casó con Bob Morgan, quien participaba como doble en varias producciones, con él tuvo dos hijos. Su matrimonio terminó en 1970.
Tras grabar la serie “Los Munsters” en los años 60, hizo varias apariciones en filmes del oeste, sin embargo, sus últimas películas fueron de terror como “Play Dead”, 1986 y “Mirror, Mirror”, en 1990.
En 1998 sufrió una apoplejía y sus últimos años los pasó en un asilo en Los Angeles, en donde falleció el 8 de enero de 2007 a los 84 años por causas naturales.
En 1962 durante la filmación de una escena de un tren en movimiento, su esposo perdió una pierna y el estudio se negó a indemnizarlos, lo que ocasionó dificultades económicas a la familia.
