Deportes
Miércoles 8 de junio de 2011, San José, Costa Rica
Pasión por el deporte

El mundo de Joe

Antonio Alfaro, enviado especial a Copa Oro

analfaro@aldia.co.cr

Joe saluda a todos con las misma frase: ¡¿Qué Joe?!

Ni siquiera es ese su nombre, pero de tanto bautizar a los otros, el mote ya casi le es propio. Feliz de la vida por la Copa Oro, amigable, como buen tico, dejándose sorprender por una cosa o la otra del viaje a Estados Unidos, Joe la pasa bien, en carreras de cobertura, pero bien.

A ratos riñe con Julia, como le llama al GPS, ese aparatito pegado al parabrisas del carro, que nos va señalando la ruta a cada destino y con voz femenina no deja de dar instrucciones: doble a la derecha, doble a la izquierda, siga dos kilómetros. Julia no suele equivocarse y cuando lo hace de alguna forma, lo enmienda.

Fue ella quien nos llevó el otro día hasta un restaurante de carnes. Recién llegados a Charlotte, a las 3 p.m. sin almorzar, le habíamos pedido los sitios más cercanos para comer. Ella cumplió. Por lo demás no tiene la culpa de los $30 que a cada uno le costó el platillo (unos ¢15 mil). Pudieron ser $50, $60 o más si a alguno se le hubiera ocurrido, en lugar del pollo estofado, pedir un buen corte de carne.

Desde entonces Joe prefiere elegir los restaurantes a ojo, aunque para el resto, Julia sigue siendo de gran utilidad. Nos lleva a la cancha donde entrena la “Sele”, nos devuelve al hotel.

El otro día, Joe le pidió a Julia la ruta al hotel de la Selección, pero al digitar el pedido, sin darse cuenta y por error, marcó el hotel en el que estábamos. Ella nos llevó a dar la vuelta a unas cuantas cuadras y nos trajo de regreso al mismo sitio de partida. Tampoco fue su culpa, claro está.

Joe maneja con cuidado, va atento al límite de velocidad, de 35 millas por hora, unos 60 kilómetros, habla por celular con su amigo de Estados Unidos, pero se apresura a cortarle al enterarse de que la multa por hablar y conducir es de $200.

Si bien algunos carros llevan en su placa la frase “First in flight” (primeros en volar), en alusión a los hermanos Wright, pioneros de la aviación, aquí pocos vuelan en las calles, excepto en las autopistas y el bus que lleva a la “Sele”. No hay que perderlo de vista, pero de eso se encarga Joe.