Escolares y colegiales se juegan la vida al cruzar el río San Carlos

Carlos Hernández

Corresponsal GN@aldia.co.cr

Boca San Carlos.- Decenas de escolares y colegiales cruzan en panga o bote, hasta cuatro veces al día, el ancho y caudaloso río San Carlos para asistir a clases en la comunidad de Boca San Carlos.

Lo hacen así porque no tienen otra alternativa, ya que el río divide al pueblo en este y oeste.

En este último sector se ubican los centros de enseñanza, así como la ermita, el centro de salud y la sede de la Fuerza Pública.

El miedo a que en el momento menos esperado, una embarcación se vuelque, es el que ha llevado a los padres de familia a revivir una vieja iniciativa, en el sentido de pedirle al Estado la instalación de un puente a pocos metros del punto donde el San Carlos desemboca en el San Juan.

“La posibilidad de un accidente aumenta durante el invierno”, afirmó Leonel Morales, directivo de la Asociación de Desarrollo que apoya el proyecto.

El jueves pasado, este medio constató cómo en una panga metálica, viajan estrechos hasta 25 escolares, quienes para alcanzar tierra firme, deben saltar del bote. Lo hacen hasta alumnos de kínder, pequeños que se exponen a sufrir un resbalón y caer directamente al agua.

“Es una angustia que padecemos a diario”, comentó Morales.

Kenneth Orozco es quien, gratuitamente, lleva a de una orilla a otro a niños y jóvenes.

“Lo hago porque la mayoría de familias no tiene su propia embarcación y menos dinero para pagar el servicio. Me queda la satisfacción de sentirme útil, de contribuir a la enseñanza local”, explicó Orozco.

El dirigente afirmó que años atrás y en noviembre, cuando surgió el conflicto con Nicaragua por Isla Calero, funcionarios del Gobierno de Laura Chinchilla les comunicaron que el plan sería retomado a corto plazo, lo cual aún no ha sucedido. Mientras, los menores se juegan la vida a diario.