El juego comenzaba y Saborío dejó ir una oportunidad de hacer un gol, no pudo empalmar un extraordinario pase de Héiner Mora para penetrar la red del portero brasileño, Julio César.
La bola, en lugar de tomar hacia el norte, dentro del marco brasileño , tomó rumbo al este y se perdió... la afición le cobró con silbidos el fallo.
El trabajo de Saborío no era fácil. Presionó la salida de Brasil, en un trabajo que implican un fuerte desgaste físico.
Las estadísticas de Saborío no son tan negativas. Hizo siete pases buenos, uno de estos a Winston Parks, de pecho, que su compañero debió volcarse en una media chilena, sin embargo no lo hizo. Sin embargo, se vio mal cuando recibió un pase filtrado, el balón se le queda atrás y luego al tratar de recuperarla se cayó.
Al delantero hay que contabilizarle tres pases malos, un tiro desviado y dos faltas. La última de ellas al finalizar el partido y la más polémica por el encontronazo que tuvo con Ronaldinho.
En el segundo tiempo hizo dos buenos pases, de claras oportunidades de gol, siguió presionando la defensa brasileña, pero nada más. “Sabo” no las tuvo todas contra Brasil.