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Domingo 18 de septiembre de 2011, Costa Rica
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Opinión

El “Machillo” está “gordo” de tanta crítica

Antonio Alfaro

Editor

analfaro@aldia.co.cr

Que Óscar Ramírez está pasado de kilos, que le falta un cortecito de pelo, que el saco que usa en los partidos de Concacaf no se le acomoda, que no tiene facha de exfutbolista. Que no pudo evitar que McDonald se diera de golpes, ni agarró de las orejas a Palma, para hacerlo volver al juego de un tirón, como las maestras de antes.

Que tiene un equipo para arrollar y juega a la defensiva.

Que cuando va 0-0 saca más medidas que un sastre. Que si va ganando 1-0 cree que el juego es un helado y lo mete en el congelador. Que si mete el 2-0 atraviesa el bus y el carro del “Chunche”, para apostarle a los cotraataques.

¿Me faltó alguna crítica al “Machillo”?

En todo caso, no tardarán nuevas, tontas o con fundamento, en torno a un técnico que, no sé por qué, no termina de ganarse a algunos aficionados y unos cuantos periodistas (a cuatro escritorios del mío tengo un ejemplo).

¡¿Qué más quieren?! -pareció reclamar Ramírez, en una especie de desahogo, luego de golear de visita al Motagua.

Que a veces la Liga es buena, en otras la menos mala y en unas queda debiendo no solo es culpa del “Machillo” sino del irregular fútbol costarricense, lleno de altibajos.

En ocasiones conservador, en otras paga los platos rotos por aquellos que no entienden la diferencia entre defensivo y equilibrado. Hoy, sin embargo, no defiendo a Ramírez; ataco la mezquindad.

Si criticamos, también debemos dar mérito a dos títulos en dos torneos, al primer lugar en el actual, al goleo de su “defensivo” equipo, mejor que cualquier otro, a la buena rotación de jugadores y a la digna representación en Concacaf (más de lo que podemos decir de las últimas incursiones ticas internacionales). Por lo demás, si debe ponerse a dieta o cortarse el pelo, se lo dejo a mi vecina.