Domingo 29 de abril de 2012, Costa Rica

Para su abuela ciega

Genio inventó videojuego

Rodolfo Rodríguez

rodolfo.rodríguez@aldia.co.cr

Con apenas 10 años de edad, un chico estadounidense llamado Dylan Viale se ha convertido en un fenómeno y todo un ejemplo de amor, dedicación y pasión.

En lugar de narrarle a su abuela, quien padece ceguera, las aventuras que vive gracias a sus videojuegos, Dylan ha optado por crearle a ella el suyo para hacerla sentir la emoción pura del entretenimiento.

Con ayuda del “Game Maker” (usó la versión de prueba) diseñó un juego que su abuela pudiera jugar, guiándose solamente por el sonido.

“La solución fue dejar caer rocas por el camino, lo que serviría de guía auditiva”, publicó el sitio atomix.vg.

Le llevó un mes crear el juego, pero al fin lo logró. “Quacky’s Quest”, se llama y trata de laberintos donde un pato va recogiendo diamantes para llegar a la salida, teniendo que evitar unas terribles arañas.

Sherry, su abuela, es capaz de surcar los laberintos planteados por su nieto gracias al sistema de sonidos que le ha implementado, de manera que siempre sabrá si ha avanzado, ha chocado con una pared o se ha topado con una araña.

El camino recorrido se rellena con rocas, de manera que no es posible retroceder. Siempre se avanza, detalló el sitio.

Sobra decir que ganó el primer lugar en la feria de ciencias y ahora todo el mundo quiere una copia del mismo.

“Esto abrió los ojos de Dylan a la posibilidad de convertirse en diseñador, por supuesto que él siempre dice que quiere ser policía, trabajador en una construcción o conducir un camión de basura”, comentó el padre en videojuegosadiario.com.

Apenas existen otros juegos más en toda la historia de los videojuegos que sólo se jueguen con sonido –el japonés de Game Boy Sound Voyager–, por lo que podemos afirmar que, en cierta manera, que este niño de 10 años ha creado un género en sí mismo.

La versión final del juego no incluye imagen alguna, es sólo una pantalla negra de un relato de un genio que una vez más rompe con los límites de la creatividad y las discapacidades.