Su corriente musical ingresa en las entrañas de sus seguidores para ponerlos a bailar de un lado hacia otro y brincar hasta más no poder.
Este efecto hechizante tiene entre sus ingredientes el son montuno, la cumbia, el bolero, el ska y el reggae adicionados con elementos del rock, african beat, funk, entre otros, dándole el matiz “A Puro Peluche”, tal y como se nombra su primer disco (2009).
Basta con ir a un concierto de Sonámbulo Psicotropical para contagiarse de una vibra muy especial, que va con el objetivo de la banda.
La agrupación nació en el 2006 y su historia se remonta al arte circense en el país, principalmente al grupo de circoteatro “Magos del Tiempo”.
De allí, mediante la representación de sueños, historias e imaginación, se desprende y toma vida el movimiento “psicotropical”, donde Sonámbulo busca en su música y en sus letras la belleza de lo natural y sobre todo y lo más importante, a la vida misma.
“Más que conciertos son reuniones de gente linda, que ama la vida y la libertad, ver la cara de felicidad de las personas desde la tarima es algo que no tiene precio, nuestra inspiración es un zambrote”, señaló Tito Fuentes, bajista.
Sus integrantes provienen de Costa Rica, Cuba, Colombia y El Salvador, dando a lugar también una rica mezcla de culturas, que se logra notar en su música.
En el 2010 fueron galardonados como Mejor Artista Tropical, por la Asociación de Compositores y Autores Musicales (ACAM).
Su formación es completada por Daniel Cuenca en el tres cubano y voz, Roberto “Cuba” con las congas y voz, “Ariza” en los timbales, platillos y voz, Alexis Leal Prieto toca los bongoes, percusión menor y voz, Juan Cuellar en la batería, “Beta” es el saxofón alto, “Manu” Dávila teclados, Mario y Miguel Vega son trompeta y saxofón tenor.
Como un reto, los músicos se fijaron “cruzar el charco” y así lo hicieron, un total de 26 conciertos, los cuales incluyeron su participación en importantes festivales como “Pole Pole” y “Antillaanse Feest”, ambos en Bélgica fueron parte de la gira europea y desde ya sueñan con volver.
“Lo que sabemos es que quienes van a nuestros conciertos, la pasan muy bien y se hacen un poco adictos al trance, a la posibilidad que da nuestra música de dejarse llevar y pasarla bien”, citó Roberto.
Hoy los chicos se encuentran en el proceso creativo de su segundo álbum, uno del que se espera siga contagiando y poniendo a bailar a pequeños y grandes, anotó Cuenca.
En todas sus presentaciones tratan de inculcar mensajes pro-ambiente, así lo hicieron en el Festival Imperial 2012, donde invitaron a apoyar la Ley de Vida Silvestre.
Como son de varios países, hay diversidad de culturas, no obstante han hecho de todas sus costumbres una sola para hacer su música y ser una familia.