Opinión

Esteban Cuvardic

Editor

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Jorge Luis Pinto, técnico de la Tricolor, es un tipo directo. Se puede estar de acuerdo o no con él, pero me agrada que en los últimos días hablara claro de varios jugadores que están o han estado en la Selección.

Eso deberían hacer otros entrenadores, no andarse con tantos rodeos.

Pinto había dicho que Jairo Arrieta no había dado la talla en la Selección. ¿Qué tiene de malo eso? Nada. Y luego dejó claro que el morado tendrá otra oportunidad. ¿Ven como el mundo no se cae por eso?

Pinto no olvida que Froylán Ledezma abandonó la Selección hace casi siete años. Por eso, concluyo, dijo en Al Día que “está difícil” que lo vuelva a llamar a la Tricolor.

Pero más allá de eso, en lo personal pienso que Pinto no debe llamar al “Cachorro” porque, simplemente, el manudo ya está “viejito”, pasadito de kilos, no tiene nada que hacer en la Selección, ya pasó su mejor época, con todo el respeto para Ledezma.

Según las palabras de Pinto, otros que la tienen bien, pero que bien difícil para regresar a la Tricolor, son Cristian Bolaños y Esteban Alvarado.

Me agrada que Pinto exija compromiso absoluto hacia la Tricolor; quien no lo tenga, mejor que se haga a un lado o que les “hagan la cruz”.

No debe haber intocables, por más que se llamen Bolaños, Froylán o Alvarado.

Me agrada que Pinto exija disciplina, que se tome con seriedad a la Tricolor. Esa puede ser una de las claves para que Costa Rica tenga éxito en la eliminatoria.

Pinto señala que hay las condiciones necesarias para ir al Mundial, a todo nivel.

Bueno, pues ojalá tenga razón, porque, de lo contrario, será un fracaso.

De momento, antes de que lleguen los partidos de verdad, el colombiano ha enviado un mensaje clarito: compromiso total con la Tricolor.

Nada de intocables.