La zurda del 10, con Bryan Ruiz

Bryan Ruiz

Futbolista

Los 74 muertos y más de 200 heridos que dejó esta semana el comportamiento violento de una barra de aficionados en un estadio de Egipto me impactó, una tragedia así no es posible que pase en el fútbol.

No entiendo cómo un grupo de aficionados pueden convertirse en asesinos, después de brincar y cantar en las gradas apoyando a su querido equipo.

El respaldo que dan las barras se convierte en impulso y motivación. Es muy bonito ver esas grandes banderas y la gran nube de polvo de colores que tiran cuando los equipos salen, también es bonito escuchar las canciones durante todo el partido.

Pero esta violencia no puede existir, el fútbol es para disfrutarlo, para celebrar goles y ganes.

A pesar de la rivalidad hay que aceptar las derrotas y celebrar con respeto los triunfos.

Ojalá este lamentable hecho llame a la reflexión para las barras del fútbol tico, por eso hago un

llamado a “La Doce”, a “La Ultra” y a “La Garra”. Ustedes son importantes por su apoyo, pero respetemos a los demás que llegan a los estadios en familia.

La violencia no solo se debe de detener en las gradas, los jugadores, dirigentes de equipos y

entrenadores, tenemos que ser los primeros en poner el ejemplo. En la cancha, la rivalidad tampoco debe dar para tanto, como por ejemplo el pleito de puños y patadas del año pasado entre McDonald de la Liga y Barbosa de Herediano.

En Inglaterra se juega muy fuerte, el fútbol es de mucho contacto, hay mucha rivalidad y esto provoca que de vez en cuando se vean encontronazos, pero hasta ahí. No he visto que reaccionen con patadas o golpes, primero, porque hay mucho profesionalismo y segundo, porque existen fuertes multas de parte de la Federación.

Veamos lo sucedido con Luis Suárez del Liverpool, lo castigaron varios partidos por un insulto racista a Evra, del Manchester United y también lo sancionaron por un gesto obsceno a la afición de mi equipo Fulham. Estos castigos son un freno a la violencia.