Deportes
Martes 28 de febrero de 2012, Costa Rica
Pasión por el deporte

Pese a comodidades y césped natural del Nacional

Morados prefieren “La Cueva”

Miguel Calderón Suárez

miguel.calderon@aldia.co.cr

Tibás - Les gusta el Estadio Nacional. Lo ven como su segunda casa. Les encanta la cancha natural pero...

A la hora de elegir entre el Ricardo Saprissa o la “Joya” de La Sabana, los jugadores morados son claros: “la cueva es la cueva”, dice el volante Luis Diego Cordero. No la cambian por nada.

Y es que luego de jugar tres partidos como local en el reducto donado por China, en el “Sapri” reconocen estar “aclimatados” a este escenario deportivo. No obstante, el ambiente que se vive en Tibás, aunado a la presión que ejerce el público, hace que los saprissistas prefieran actuar como locales en el Ricardo Saprissa, pese a tener césped sintético.

“Ya llevamos tres partidos jugando en el Nacional y vamos conociendo poco a poco la cancha, entre un estadio y otro. El ambiente cambia y bastante. Jugar ahí tiene sus ventajas. Por ejemplo su cancha natural. El fútbol es para desarrollarse en este tipo de terrenos. Aquí lastimosamente los dirigentes adoptaron la sintética para conciertos y otros eventos pero a mí en lo personal me gusta más lo natural y sé que al resto de mis compañeros también”, dijo Cordero, quien agregó que el Nacional tiene como ventaja su ubicación y seguridad.

“Es bastante cómodo trasladarse a La Sabana. Jugar ahí es motivante. La cancha es increíble, espectacular pero para nada, cambiamos la “Cueva”. Son ocho o nueve años de jugar en esa sintética y ya la conocemos a la perfección”, comentó Cordero.

Por otra parte, el “33” morado resaltó que en el campo natural, el balón se vuelve más rápido.

“Los pases deben ser más cerca del cuerpo, es una cancha súper rápida. Contra Belén Jairo me hizo un pase perfecto. Me picó la pelota y no le llegué”, expresó.

Para el arquero Víctor Bolívar, al equipo le sienta bien el césped del Nacional. Sin embargo, el plantel está acostumbrado a entrenar y jugar en sintética.

“En la semana entrenamos en artificial. Es un poco difícil el cambio pero el jugador de alto rendimiento debe acostumbrarse a todo tipo de cancha”, dijo.

“Para nadie es un secreto que es el mejor estadio. La bola corre veloz. La cancha está muy bonita. El ritmo de juego es muy elevado. Hemos jugado en buenos horarios y eso ha contribuido. Además de que la afición siempre nos acompaña”, agregó.

“En sintética es más duro. Los trabajos físicos pegan más. Uno lo piensa para barrerse. El Nacional motiva pero en el Saprissa cuando las graderías empiezan a cantar y moverse es una motivación extra”, resaltó Douglas Sequeira.

Lo bueno y malo de jugar en el Nacional

Lo bueno

Sobrada. El Nacional tiene la mejor cancha natural del país. Luce impecable.

Atractivo. El estadio siempre se llena, a la gente le gusta disfrutar de la “Joya”.

Le sienta bien.De los tres juegos ahí, la “S” ha ganado dos y empatado uno.

Lo malo

Rápida. Cuando la cancha está mojada la bola pica demasiado. Se torna difícil.

No están cerca. La gradería está lejos, los jugadores no sienten tanto el apoyo.

No hay ventajas. En la “Joya”, cualquier equipo juega igual como local o visita.

Lo bueno y malo de jugar en el Saprissa

Lo bueno

Presión. Cuando la Ultra empieza a brincar, el portero y club rival sienten presión.

Ímpetu. Las graderías del Saprissa son muy verticales y su ruido infunde respeto.

Al dedillo. La “S” conoce a la perfección la sintética. Para el rival es complicada.

Lo malo

Peligrosa. La sintética golpea demasiado, desgasta más al futbolista.

Menos taquilla. El Saprissa tiene menos capacidad que el Nacional.

Menos efectivo. En este torneo, Saprissa no ha podido ganar en su reducto.