Domingo 29 de julio de 2012, Costa Rica

Modelo

Ana Lucía Vega

Rodolfo Rodríguez

rodolfo.rodríguez@aldia.co.cr

Más que aprender de sus tropiezos, dice sorprenderla su fortaleza interior para levantarse.

Ana Lucía Vega ha pagado en cierta forma el precio de la popularidad, ha sido víctima una y otra vez de prejuicios por parte de la gente y los medios de comunicación, algo que ella misma afirma que llega a doler.

“Es frustrante ver que sólo hablen y quieran saber si tengo novio o no, si al principio quiero llevar una relación de bajo perfil, los medios me brincan que ¿por qué lo escondo? y si lo publico y termino, hacen de mi vida un circo”, dijo la josefina.

No obstante la popular modelo no desmaya en su intento de encontrar el hombre indicado y así limpiar ese concepto erróneo que mucha gente al ver noticias tiene de ella.

Se declara una mujer cero complicada, si una relación no funciona por uno u otro motivo prefiere estar solita como ahora, eso sí, en una cita romántica con ella no puede faltar una conversación amena e inteligente y las rosas rojas.

“El único que llena definitivamente es Dios”, citó la guapísima chica. “La madurez me ha enseñado a disfrutar más las cosas de la vida sin apegarme a ellas”, agregó.

De momento disfruta al máximo de sus dos prioridades de vida: su familia y la pasión a sus trabajos, los fines de semana como modelo y entre semana en una productora de eventos lamada Umbrella Productions, donde aplica la profesión de periodista.

Tiene tres años fuera de la televisión nacional (condujo “Sábado Feliz”) y no esconde que le encantaría volver en algún momento, ya que fue una etapa que disfrutó mucho.

Le encanta dormir temprano para levantarse a las 6 a.m., por lo apretado de su agenda e ir al gimnasio, donde lleva ya 12 años seguidos entre rutinas de “cardio” y pesas, para poner en forma sus curvas, que sin lugar a dudas despiertan pasiones en muchos hombres del país.

Le teme al daño a las personas, la injusticia y la maldad, no soporta los chismes y las personas envidiosas.

Actualmente tiene el compromiso del sostén de su casa, además de pagar su carro, también hay para chinearse con ropa y zapatos, así como chinearse e ir a la estética por uno que otro masaje.

Por ahora “Ana Lu”, como la llaman de cariño, tiene en receso su crecimiento académico, no obstante en su futuro ve el sacar la licenciatura en Comunicación de Masas o Producción de Televisión.

Coqueta siempre

Al consultarle a la guapa comunicadora sobre su infancia, la resumió como una bastante tranquila, rodeada de mucho calor familiar, donde las barbies y muñecas eran sus fieles confidentes.

El poner en grande su nombre en un muro de la escuela fue su mayor travesura de vida, “mi mamá tuvo que pintarlo, pobrecita”, recordó entre risas.

Coqueta desde el nacimiento, dice ella que no le gustaba jugar nada brusco para no ensuciarse y prefería tomar café con sus tías, además siempre lucía sus uñas bien pintadas y jamás andar despeinada.

Como estudiante reveló ser más que excelente, de 90 y 100 corrido, pero un poco al extremo, ya que aseguró que, nadie la quería en la escuela ni en el colegio porque al finalizar las lecciones le recordaba a los “profes” recoger las tareas (risas). Amaba cuando me tocaba exponer y siempre fui presidenta de sección”, citó.

Soñaba con pasarelas y ser reina, pero nunca asistió a algún concurso, al día de hoy todos los años dice que va de retirada en el ambiente, pero piensa que mientras se mantenga físicamente y las marcas publicitarias la contacten ahí estará.

Algo que poco se conoce de ella es que es buena cocinera y pone como platillo preferido su especialidad: los ravioles con salsa de camarones.

Por donde quiera que pase roba miradas y recibe piropos, pero aunque ya posó de manera atrevida en la revista para caballeros “SoHo”, está dispuesta a enseñar un poco más.

“El cuerpo de la mujer es precioso, sí haría un semidesnudo aunque seguimos en un país de doble moral y con mucho morbo, pero es decisión de cada quien y lo bien que se sienta uno físicamente”, comentó.

De ella

En la “tele”

Ingresó a “Sábado Feliz” en el 2003, al principio sólo bailaba, pero poco a poco se ganó un lugar en la conducción del espacio.

Carrera

A la universidad entró por Biología, pero luego cambio a periodismo, que dice le encanta investigar y estar bien informada.