Nacionales
Domingo 4 de marzo de 2012, Costa Rica

Vecinos de la ribera del río San Juan tiran sueños a volar y apuestan al turismo regional

“Ahora sí nos sentimos ticos”

Carlos Hernández, corresponsal GN

redaccion@aldia.co.cr

Cutris, San Carlos.- William Cortés Madrigal llegó a los seis años a las remotidades de El Concho de Pocosol. Esta localidad de San Carlos está unos 15 kilómetros al sur del río San Juan, limítrofe con Nicaragua.

Cinco décadas tuvieron que pasar para que los primeros trazos del desarrollo llegaran a la zona, caracterizada por condiciones de vida muy duras, como ocurre en las regiones más lejanas y rezagadas del país.

Encumbrados y enlodados trillos entre la montaña. Caminos de tierra que los inviernos tornaban impasables hasta para las bestias debido a los barriales...

A él y a su tierra poco poblada, la suerte le llegó de rebote. “Aquí los políticos no llegaban ni en época de campaña. Seguro significábamos muy pocos votos, aunque nuestras necesidades eran muy grandes”.

Tiene 56 años; hace 34 se casó. Ni siquiera el primer decenio del siglo XXI les llevó esperanza de desarrollo. Afrontó muchas necesidades para sobrevivir como agricultor y sacar adelante a los suyos.

Cuando se enteró de que en su afán por dragar los nicaragüenses habían talado árboles en Isla Calero, en octubre del 2010, jamás imaginó que esa acción sería la que les llevaría, sin esperarlo, el ansiado desarrollo.

“Ahora sí sentimos que somos parte de Costa Rica. Es hasta hoy que gracias al gobierno de doña Laura (Chinchilla) tenemos una salida digna hacia Los Chiles y a Ciudad Quesada” afirmó.

Todavía el año pasado, Cortés no podía llegar hasta su casa en carro. Tenía que dejarlo a siete kilómetros.

Fiebre por el turismo

En los pueblos al norte de Alajuela y Heredia, asentados o próximos a la margen tica del nicaragüense río San Juan, aparecen los primeros signos de lo que algunos empiezan a llamar “la fiebre por el turismo”.

Se trata del gran interés que manifiestan no pocos lugareños y foráneos por aprovechar la apertura de la vía de lastre paralela al San Juan.

La conexión de los servicios de electricidad y teléfono también permitirá llevar a cabo proyectos de desarrollo turístico que les ayuden a mejorar sus condiciones de vida en una zona de escaso progreso socioeconómico.

Los fines de semana, la carretera es recorrida por docenas de vehículos, desfile de motocicletas incluido.

Los vecinos, entre ellos pequeños y medianos productores agropecuarios, parecen haberle tomado la palabra al primer vicepresidente de la República, Alfio Piva, quien el pasado 21 de enero, al inaugurar la electrificación en Tiricia de Cutris, frente al río nicaragüense, les propuso emprender, conjuntamente con el gobierno, un plan para desarrollar turísticamente la zona.

“Esta zona limítrofe es una de las más bonitas de Costa Rica y ahora deben aprovechar la apertura de la carretera paralela al río en beneficio propio”, les dijo.

William Cortés en Tiricias de Cutris, los hermanos Méndez Morales en Jocote de Pocosol –ambos caseríos sancarleños– y Edwin Segura, en Sarapiquí , son tan solo algunos de los muchos dispuestos a aprovechar las oportunidades que abre la ruta “Juan Rafael Mora Porras”.

Segura, sancarleño, tiene su propiedad en Delta Costa Rica, Sarapiquí, y pasó del decir al hacer. Con apoyo de su familia, inició la construcción de lo que será un centro turístico rural que ofrecerá servicios de hospedaje y alimentación.

Bellezas desconocidas

Delta Costa Rica ofrece muchas opciones de recreación y descanso en contacto directo con la naturaleza, como pesca, tours por el río Colorado y la práctica del montañismo, comentó Edwin Segura, vecino.

En Tiricias de Cutris, William Cortés tiene su finca frente al San Juan con bellezas escénicas muy poco comunes.

Él habla de levantar ranchos en madera rústica y otras instalaciones para que la gente descanse de cara al cauce, por donde es común ver bajar embarcaciones nicaragüenses llevando turistas de diferentes nacionalidades, amantes de la pesca.

En Boca San Carlos, Leonel Rodríguez tiene sus inquietudes, pero antes de tomar una decisión, quiere saber si el Gobierno y sus instituciones están dispuestos a darles financiamiento. Por separado, Alfredo Córdoba, alcalde de San Carlos y Álvaro Solano, de Los Chiles, dijeron estar enterados de lo que está sucediendo.

“Es comprensible que los vecinos quieran obtener beneficio de las obras que el Gobierno hace en la zona, pero les recomiendo tomar en cuenta que la carretera está dentro de los dos kilómetros de la franja inalienable, donde no se puede construir sin permiso del Minaet”, advirtió Solano.