Periodista
En esta semana usted los observó pelando los dientes.
Estaban felices, con sonrisa de oreja a oreja, como si se hubieran pegado el premio mayor de la lotería.
A algunos hasta les bajaba la baba, sí esa saliva espesa y abundante que fluye a veces de la boca, cuando pegados frente al monitor de la computadora, seguían la fiesta en la plaza de Cibeles.
Los ticos, seguidores del Real Madrid estaban como locos. Se frotaban las manos y otros hacían toda clase de comentarios en Facebook y muchos decían “hala Madrid”, aunque varios no saben qué significa y desde cuando la utilizan los españoles y es parte del himno y la historia del Real.
Los ticos seguidores del Madrid festejaron, pero ¿qué celebraron con tanta algarabía?
Celebraron los cuatro años que tenía el Real sin ganar un cetro en España.
O el festejo fue porque el Madrid posee diez años sin ganar una Liga de Campeones, es más, diez años sin llegar a una final de la Champions.
Será que la fiesta es porque con Mourinho al frente, el Madrid perdió identidad, dejó de ser el club que jugaba al fútbol y daba espectáculo, deslumbraba a propios y extraños.
Porque el Real de Mourinho solo sale a tocar contra equipos inferiores, porque cuando al frente tiene un rival de peso se tira atrás, como hizo muchas veces contra el Barcelona y como hizo ante el Bayern. El Madrid de hoy no es ni la sombra de la “Quinta del Buitre”, generación de futbolistas de las ligas menores del Real. Durante su época, el club conquistó cinco Ligas consecutivas (1986-1990), -igualando el récord del Madrid de los años 60-, una Copa del Rey (1989) y un segundo título consecutivo de la Copa de la UEFA (1986). Además, era un gusto verlo jugar.
¿Qué celebran? Un Madrid que juega feo, hizo un lado el espectáculo y que al fin se llevó la liga española. Entonces sí, que se les caiga la baba.
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