Deportes
Domingo 4 de noviembre de 2012, Costa Rica
Pasión por el deporte

Consejos de nutrición

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Gabriela Traña, atleta y nutricionista

redaccion@aldia.co.cr

El tema de la semana: importancia de la nutrición en deportista s de la tercera edad.

Una característica común de la sociedad en la segunda mitad del siglo veinte, es la mayor longevidad de la población, estrechamente vinculado al desarrollo económico y social, gracias a los avances logrados en materia de salud pública a nivel mundial, por lo que la esperanza de vida al nacer es mayor en el planeta, siendo nuestro país uno de los que presenta la mayor esperanza de vida: 77,89 años para la población total, de 75,26 años para los hombres y de 80,65 años para las mujeres. (Fuente: CIA World Factbook ).

Lo que demográficamente significa un aumento del número total de adultos mayores. Esto quiere decir que potencialmente el número de practicantes de actividades físicas comprendidos en la tercera edad se multiplicará progresivamente, se habla entonces de nuevas necesidades de los atletas pertenecientes a este rango de edad.

Algunos factores psicológicos y socioeconómicos característicos en estas edades (jubilación, la disminución de los ingresos económicos, la muerte de seres queridos, la disminución de las facultades físicas, las alteraciones psíquicas: demencia, depresiones, anorexia) llevan al adulto meyor a una sensación de aislamiento y soledad que conduce al abandono y desinterés por cuanto le rodea, pérdida del apetito e inactividad, faltándoles motivación para hacer las compras, preparar las comidas y comer solos, reduciendo en cantidad y calidad su alimentación.

El ejercicio ha venido a cambiar esta situación y ha logrado motivar al adulto mayor a incorporarse cada vez a la práctica deportiva. Por otra parte, están los factores fisiológicos, donde a nivel de composición corporal, la grasa aumenta, sobre todo a nivel abdominal y visceral profundo.

Se da una mayor pérdida de masa muscular y a su vez agua, que va ligada a una disminución progresiva de la sed, asociada al proceso de envejecer, lo que determina una mayor facilidad para la deshidratación ante situaciones de estrés, como vómitos, diarreas, sudoración excesiva, y el consumo de diuréticos variados.

El tejido óseo sufre grandes pérdidas, disminución del metabolismo basal (gasto energético en reposo). También se da un deterioro de los sentidos: gusto, olfato, vista.

Hay una pérdida de piezas dentales, lo que conduce a una dificultad de masticación de los alimentos, ocasionando que los atletas veteranos modifiquen su dieta con alimentos blandos muy cocidos y poco variados.

Es muy importante que los atletas en esta edad mantengan un nivel de actividad física acorde con sus posibilidades, lo cual debe tenerse en cuenta al planificar su alimentación.

Las habilidades atléticas pueden retrasar la aparición de los síntomas que acompañan a algunas enfermedades degenerativas, manteniendo la capacidad funcional del veterano y contribuyendo a su autonomía personal.

Está demostrado que los ejercicios de resistencia (correr, nadar, andar en bicicleta, spinning, aeróbicos, bailar, etc), y fuerza (gimnasio, crossfit, etc), son muy útiles para contrarrestar la pérdida de masa muscular producida en los individuos con el paso de los años, demostrándose que nunca es tarde para comenzar tales ejercicios.

Al planificar la alimentación del deportista de tercera edad se ha de considerar una alimentación que asegure el aporte de vitaminas, minerales y oligoelementos críticos en el adulto mayor como calcio, hierro, vitamina D, fibra soluble y las vitaminas del complejo “B” principalmente.

Además tendrá especial atención las necesidades de hidratación, las cuales no deben basarse en sus señales de sed, sino en un aporte constante durante el día y según sus actividades diarias, requieren un mayor consumo de frutas y vegetales lo que aportará una mayor cantidad de vitaminas y minerales.

Y en algunos casos, según el tipo de alimentos que se toleren y/o acepten, deberá usarse suplementos para asegurar el aporte de micro nutrientes, la proteína debe ser de alta calidad y baja en grasa, además de buscar preparaciones de fácil masticación y digestión.

Deberá restringirse y/o eliminarse el consumo de alimentos con aporte de calorías “vacías” como dulces, productos tostados y grasosos, bebidas bajas en nutrientes, bebidas alcohólicas y similares. Asimismo se deben elegir alimentos lo menos procesados posibles, evitando productos enlatados y eligiendo alimentos frescos, más naturales y bajos en grasa.