Santa Cruz de la Sierra, Bolivia.Un recibimiento poco usual tuvo la Selección Mayor a su arribo a esta ciudad boliviana.
Tras de que llegó de madrugada el martes, el avión tocó suelo a las 2 a.m., hora local (12 p.m. en Costa Rica), al salir del aeropuerto, el equipo patrio no tenía un autobús para trasladarse al hotel.
Jugadores y cuerpo técnico se movilizaron al menos en diez taxis, debido a que en Santa Cruz se inició un paro del servicio público de transporte, por lo que ningún autobús tiene autorización para circular en la zona.
Uno a uno los futbolistas se subieron a sus respectivos taxis pintados de azul y blanco con la leyenda “Viru Viru”, nombre al que responde el aeropuerto de la localidad y que pese a la hora, lució abarrotado con prensa boliviana incluida.
La mayoría de seleccionados tomó con humor el hecho y hasta sonrientes guardaron sus maletines en la parte trasera de los viejos taxis, para irse al hotel Buganvillas, ubicado a unos 20 minutos de la terminal aérea.
“Yo estoy acostumbrado a andar en taxi, porque así es como llego a los entrenamientos de mi equipo”, dijo el delantero Cristian Lagos.
Por su lado, el defensor Keilor Soto calificó el imprevisto de “normal”. Vinimos a jugar y trataremos de hacerlo de la mejor manera”, mencionó.
¿Y quien pagó?. La Federación Boliviana de Fútbol, que debido al conflicto se comprometió a dotar a la Tricolor de varias busetas con el objetivo de facilitarle el transporte y evitar apuros, como los sufridos esta madrugada.
Ayer el plantel entrenó a las 4 p.m. (2 p.m., en Costa Rica), en el estadio Tahuichi Aguilera, sede del amistoso de hoy frente a Bolivia a las 6.30 p.m., hora tica.