Alajuela.- En el repaso histórico de los enfrentamientos de Costa Rica ante El Salvador, un hombre hizo suya una anécdota que sigue grabada.
Rumbo a Francia 98, en un partido en el Ricardo Saprissa, Allan Oviedo malogró una ocasión de gol que bien pudo llevar a la Tricolor a la Copa del Mundo.
En el fatídico minuto 70, Oviedo intentó un remate cruzado pero el balón no entró.
El juego acabó con un pálido 0-0 y los dos puntos dejados en el camino al final pesaron.
Al cierre del premundial, la “Sele” acabó cuarta de la hexagonal, dos puntos abajo de Jamaica, que sí obtuvo el billete.
Quince años después de aquella jugada, el exfutbolista recordó lo sucedido como una anécdota más de los tantas que encierran los choques frente a los salvadoreños, rivales de la Tricolor en el partido de esta noche (7:30 p.m.).
“Son cosas del momento, uno siempre querrá meter un gol, pero son jugadas que se dieron en esa eliminatoria, como el autogol de Luis Marín en Jamaica, la forma cómo perdimos en Canadá, fueron tantas cosas que propiciaron la eliminación, pero la gente lo resume en una sola cosa”, dijo Oviedo en charla con Al Día.
El exdelantero afirmó que en la calle suele aparecer alguien que le recuerda el disparo fallido.
“La gente siempre recuerda lo negativo de una persona, nadie te dice, me acuerdo cuando saliste goleador, cuando le hiciste un gol a Jamaica o a Estados Unidos, más bien ponen el dedo en la llaga. Usted pinta un punto negro en una pared blanca y sólo ven el punto negro”, apuntó.
También admitió que no siente que sea un reproche. “No me enojo, la gente está en su derecho. Uno es humano, es lo lindo del fútbol, cuántas personas quisieran estar ahí en lugar mío…le agradezco a Dios eso”, expresó.
“Se conforman con sacarnos”
Al darle la vuelta a la página, Oviedo tiene claras las intenciones del equipo cuscatleco en la actual eliminatoria.
“Como hicieron hacia Francia 98, querrán eliminarnos nada más, porque saben que de la hexagonal no pasarán de ahí, y su mayor satisfacción será dejarnos afuera del Mundial. Son conformistas”, recetó.
A la vez reconoció la dificultad que implica jugar en el estadio Cuscatlán, pues él vivió la caída 1-2 en el mismo premundial.
“En la cancha la tensión no es tanta pero en la grada sí, la afición es bastante difícil y conflictiva”.
Además, al exartillero le inquieta la actuación del silbatero central, en este caso el estadounidense Mark Geiger.
“En aquel entonces lo que más nos preocupaba fue lo que nos pasó, un mal arbitraje, fue muy casero, nos anularon un gol claro. De cara a un partido como el que se viene hay que tomar en cuenta ese factor”, dijo.
Por último y como reseña, no olvidó un detalle que influyó en la previa de la derrota recibida. “Recuerdo que lo que se hizo muy mal fue que en el hotel de la selección se hospedó la gran mayoría de los aficionados ticos, fue bastante difícil para el equipo, había de todo, una pura fiesta; muy revuelta la selección con gente de Costa Rica y la noche no fue tan tranquila. Todo pesó ”, puntualizó.
“Un partido bravo”
El 25 de junio de 1989, el árbitro mexicano Arturo Brizio suspendió el juego de la “Sele” ante El Salvador por disturbios. Ganó la Tricolor 4-2 en el Cuscatlán.
Esta semana Brizio recordó vía telefónica a Al Día lo acontecido. “Fue un partido bravo, Costa Rica tenía un equipo poderoso. Fue un juego de cambios en el marcador, cuando estaba 3-2 a favor de los ticos, el capitán salvadoreño “peinó” el balón con la mano a un compañero suyo que anotó. Invalido el gol y la gente se puso muy complicada. Faltando tres minutos, la afición empezó a tirar objetos contra sus propios jugadores. Eran envases de agua de dos litros. El comisario, de apellido Fleming, me dio la orden de terminar el partido. En lo futbolístico el triunfo de Costa Rica fue inobjetable.
“El problema no era ni conmigo, sino con los jugadores salvadoreños porque entendían que perder les quitaba la posibilidad de ir a la Copa del Mundo. Al final no tuve ningún inconveniente para salir del estadio”.
Un pico de botella
Un 1 de setiembre de 1976 la “Sele”sacó un empate 1-1 del Cuscatlán camino al Mundial Argentina 78.
El exjugador Alfredo “Chatillo” Piedra rememoró pasajes de aquel duelo donde él incluso salió expulsado. “El estadio estaba a reventar y el ambiente era igual como ahora, la gente insultaba, tiraba piedras, lanzaba las estopas de las naranjas y hasta botellas.
Recuerdo que un momento quise hacer tiempo en la cancha porque el empate nos convenía, tiraron una botella quebrada y el pico casi me golpea un tobillo. Inmediatamente me levanté.
Después del partido hubo euforia de parte nuestra, era normal salir en carrera hacia el bus. No sé qué es el trauma de ahora si toda la vida ha sido igual.
El ambiente en El Salvador siempre ha sido hostil, un entorno difícil porque somos los argentinos de Centroamérica, le caemos mal a nuestros vecinos y como hemos ido a tres mundiales y tenemos algunas diferencias con ellos, no les gusta”.
Infierno en la frontera
Luego de ganar la Copa Uncaf en Guatemala, la Tricolor visitó El Salvador el 4 de mayo de 1997. Por cercanía, la Federación de Fútbol dispuso que el viaje fuera vía terrestre. Benjamín “Mincho” Mayorga fue parte de aquella expedición con saldo negativo: derrota 1-2.
“Viajamos en bus, cuando llegamos a la frontera aquello fue un infierno, desde aduanas todo el mundo nos madreaba hasta que llegamos al hotel. Fue muy dura la noche con mariachis, bombetas y disparos cerca del hotel que no nos dejaron dormir. Camino al estadio fue muy hostil todo y en el partido también, cometimos dos errores y nos costó el juego. A los ticos nos odian en Centroamérica y es odio de verdad.
Ahora dicen que habrá seguridad, pero los mismos policías están de acuerdo con que nos molesten”.
“Van a una guerra”
En 1989 el exvolante Carlos Mario Hidalgo vivió en primera persona la tensión de un juego en San Salvador.
“El partido era domingo y desde que hicimos el reconocimiento de la cancha un día antes, en una gradería había una barra con tambores. Desde ahí empezaron a insultarnos con cualquier cantidad de barbaridades.
En la noche nos hicieron bulla en las afueras del hotel, por eso digo que esta selección va a una guerra, pues El Salvador utiliza todo tipo de artimañas para ganar.
Ya en el partido, cuando Leoni Flores metió el 4-2, fue como tirar una bomba, toda la fuerza que tenía la afición se volcó en contra de sus jugadores.Mi temor era que la gente se metiera a la cancha. Ya adentro del camerino celebramos y tiramos para arriba a Óscar Arias, que era el presidente. Luego hasta nos apedrearon el bus, gracias a Dios ninguno recibió golpes ni lesiones”.