Deportes
Viernes 12 de octubre de 2012, Costa Rica
Pasión por el deporte

Por tierras cuscatlecas

Franklin Arroyo González, enviado

farroyo@aldia.co.cr

Hay serenatas de serenatas, pero nunca me den una como la de los cuscatlecos.

Con “bubuzelas”, “triquitraques”, pitos, tambores y cualquier otro instrumento que no sirva para hacer música romántica, los cuscatlecos se dan gusto.

Es como una fiesta del pueblo. Una tradición. Se reúnen enfrente del hotel rival y allí, sin más ni más, hacen el alboroto.

Algunos bailan al son del ruido, otros aplauden, unos gritan y de vez en cuando se ponen de acuerdo para gritar en coro.

Es como estar escuchando una transmisión del mundial Sudáfrica, donde las bubuzelas se pusieron de moda.

De vez en cuando, una bombeta, suponemos que no tantas como hace algún tiempo, inmuta a más de uno.

Los que están en el loby o en las habitaciones de abajo, son quienes más sufren.

No me quedé con las ganas. Subí a mi habitación a ver si escuchaba el “bullón”. Nada.

Pero, un compañero de La Nación, en el mismo piso nuestro, pero más cercano al “comité de bienvenida”, nos dijo que a él sí.

Pero los seleccionados, en el cuarto piso, dormían o veían tele o escuchaban música, sin perturbación alguna, según confirmó Manuel Muñoz, de prensa de la Federación.

Solo las bombetas, dijo. Por dicha no son muchas.

En fin, una fiesta para el pueblo y un desafuero para el rival. Lástima energía y recursos. Un juego de pólvora haría más daño que toda la “serenateada salvadoreña”.