Tibás.-Cuando el volante morado Douglas Sequeira se llevó sus manos a la cabeza en la celebración de su gol logrado ante San Carlos, la emoción y las ganas de llorar no se hicieron esperar en el rostro del mediocampista.
Para Douglas significó encontrar el tesoro que estaba buscando desde su regreso al Deportivo Saprissa, en agosto de 2009.
“El Esqueleto” (como le dicen algunos), habló con Al Día del buen momento que atraviesa en el club tibaseño, de su anotación, y de lo difícil que fue el inicio del torneo para él.
“Me siento muy contento, primero porque estoy jugando y sé que la competencia es bastante grande. Uno tiene que rendir para jugar, trabajo por el grupo y creo que se me están dando las cosas”.
Douglas confesó que sintió tristeza y frustración al inicio del campeonato, pues en las primeras fechas le tocó ver los juegos desde la gradería por decisión técnica de Juan Manuel Álvarez.
“Yo sabía que no iba a estar en los primeros partidos, pero cuando estaba listo para actuar, el técnico no me dejaba ni en la lista de los suplentes y eso me tocó el ego”, expresó el futbolista.
Pero no se desanimó. “Empecé a entrenar aparte, el fútbol es agradecido con el que trabaja”.
En cuanto al gol del domingo, Sequeira reconoce que estuvo a punto de ser invadido por las lágrimas. “Las primeras personas que se me vinieron a la mente fueron mi esposa y mi hija, la verdad tenía ganas de llorar. Me costó mucho volver a jugar”, afirmó.
El contención no anotaba un gol con la “S” desde el 13 de febrero del 2005, cuando los morados vencieron 1 a 0 a Alajuelense.
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