Redactor
Lo sucedido el jueves en el clásico nacional me ratifica lo que pensé y manifesté cuando Saprissa anunció a Alexandre Guimaraes.
“¿Qué pensás de “Guima” como técnico de Saprissa?”, me preguntó mi compañero Antonio Alfaro sobre la llegada del entrenador a la “S”.
“Está sobrado”, le contesté.
Y no me malinterpreten. Tampoco soy un adulador del estratega, pero les explico mi pensamiento.
Es el técnico nacional de más cartel de los que están dirigiendo los equipos. Posee experiencia, visión y sus atestados lo hacen estar por encima de los demás. Está sobrado para dirigir en el torneo local.
Ante la Liga logró empatar el juego pese a que su equipo tenía un hombre menos. Saprissa fue mejor y esto fue un golpe de autoridad morada, un aviso a los manudos de que si quieren el tricampeonato, tendrán que lidiar para sacarse esa piedra del zapato que se llama Saprissa. Con solo dos meses al frente, Alexandre hizo pasar algunos apuros al equipo del “Machillo”, quien ya tiene más de un año al mando de los rojinegros y por algo se llevó el bicampeonato.
Tomando en cuenta que el resto de los equipos no tienen una planilla tan competitiva como la de la Liga, el panorama vislumbra que Guimaraes podría llevar a Saprissa a un nuevo título. Le dije a Antonio Alfaro: cuando Saprissa llegue a enfrentar a la Liga y si no pasa apuros, los capitalinos con Guimaraes al frente no tendrían dificultad para volver a ser campeones.
En el fútbol suelen pasar muchas cosas, pero lo que pasó en el clásico como dijo “Guima”: fortaleció a su equipo.
Claro, esto no quiere decir que Alexandre tiene tan buena estrella como por ejemplo volver a la “Sele”. Esto es otro cantar y en este momento en la “Sele” hay alguien que ocupa el puesto y está sobrado, por encima del timonel saprisista.
