Bogotá (Colombia). - ¿Creen que los jugadores ticos están amargados, con caras de pocos amigos, ajenos a las bromas, luego de la goleada que les metió Ecuador?
No, para nada. Esa es la impresión que dejaron anoche durante el reconocimiento de cancha del estadio “El Campín”, donde hoy jugarán contra el favorito Colombia, en los octavos de final del Mundial Juvenil, a todo o nada.
En la gramilla hubo risas, empujones “de mentiras”, buen ambiente, relajación.
Al mal tiempo, buena cara, luego de dos goleadas en la primera fase (España y Ecuador).
Esta noche les tocará la prueba más dura hasta ahora, contra una Colombia que es local y ganó sus tres partidos en la primera fase, precisamente en “El Campín”.
La mayor parte de nuestros ojos estarán puestos en la defensa tica, un coladero durante todo el torneo: recibió nueve goles en tres partidos, casi la peor del torneo, sólo detrás de Guatemala.
Esta noche, Rónald González utilizará línea de cuatro, lo cual significa que Keyner Brown volverá a la banca. En la media, Pablo Martínez ocupará el lugar del sancionado Yeltsin Tejeda; y, en la delantera, vuelve Minor Escoe, ausente ante Ecuador por lesión.
En Colombia, mucho ojo con el volante James Rodríguez (del Oporto), y el delantero Luis Muriel. En la cadena ESPN, el 41% de los cibernautas dijo que James será la gran figura del Mundial.
“Costa Rica impone respeto, tiene jugadores peligrosos, puede hacer daño”, dice Eduardo Lara, entrenador de Colombia, quien conoce al dedillo a los ticos.
En el arco cafetero estará Cristian Bonilla, quien cuando niño quería ser delantero, pero problemas de sobrepeso le hicieron mudarse a la portería. “Era muy gordito”, recuerda.
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