Milton Montenegro, redactor

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Mañana se definen las semifinales y aunque en el fútbol nunca se sabe, no hace falta ser adivino para presagiar cuáles serán los clasificados. Yo no soy adivino, pero me busqué una bola de cristal, le saqué brillo, quedó bien pulidita y pude ver a los equipos que jugarán la final.

La Liga se medirá a Herediano por el título. ¡Cuidado falla!, me dirá más de uno, sobre todo porque ambos equipos ya tienen asegurado el cincuenta por ciento de la clasificación.

Saprissa tiene cinco años de no ganar 2 por 0 en el Morera y ante esa estadística, la “S” de esa cama no se levanta.

Herediano es fuerte en su campo, prácticamente arrollador y la última vez que Cartaginés visitó el Rosabal Cordero, se llevó seis tantos.

Mañana no cargará con la misma cantidad de anotaciones, pero el cuadro brumoso saldrá cabizbajo. Johnny Chaves y su gente perderán otra vez contra el Herediano.

Pero para que no me digan ¡cuidado falla!, froté aún más la bola de cristal, le puse bastante cera y miré a un equipo y su técnico festejando el título de campeón nacional.

En la final, la bola de cristal me dice que Herediano será el campeón. Al fin se le hará a los florenses obtener el cetro 22.

¿Hace cuánto que en el Rosabal Cordero unos alumnos del Colegio Castella pintaron un mural en los portones que dicen vamos por el 22.

No sé. Hace rato se presagiaba ese 22.. Ahora se le hará a los rojiamarillos porque el equipo de Jafet Soto tiene una mejor propuesta, gusta ir al ataque, tiene mejor plantel que la Liga y cuenta con muchas variantes. Además los florenses se muestran muy motivados.

En cambio el “Macho” es calculador, defensivo y gusta de matar al contragolpe. Así que heredianos a enfriar la champaña y yo sigo frotando la bola de cristal, y si creen en mis pronósticos, entonces en la lotería jueguen el 87.