Buenos Aires.- El fuerte calor, causado por la lluvia que cayó en la madrugada anterior, no impidió que más de 150 personas se reunieran ayer en la Iglesia Evangélica de Buenos Aires, Puntarenas, a despedir a tres de los cuatro jóvenes fallecidos el jueves en un accidente de tránsito.
A las 10 a.m. procedentes de las casas donde fueron velados, llegaron en hombros de familiares y amigos a la iglesia, los cuerpos de Tatiana Jiménez Sandí, de 23 años, Michael Eduardo Carvajal Aguila, de 20 y Moisés Soto, Sánchez, de 18. Éste último era católico, pero la familia estuvo de acuerdo en que los cuerpos llegaran juntos al cementerio.
Hoy será enterrado Josué Manuel Ureña, de 18 años, cuyo cuerpo llegó ayer a las 6 p.m. a la comunidad donde fue velado.
Un llamado a la juventud
Camilo Ulate, pastor de la Iglesia Asambleas de Dios, recordó en su oración que la juventud es un tesoro y les llamó a buscar a Dios y dejar los vicios que les acechan como las drogas y el licor.
Y es que el alcohol fue la causa del choque triple en la Interamericana Sur. Uno de los carros era conducido por el novio de Tatiana, de apellido Venegas, quien se fue del lugar del accidente.
Ayer su padre, Freddy Fernández, pidió perdón a las familias de los fallecidos y dijo que su hijo está muy dolido y afectado por el accidente.
Un mariachi, traído de Pérez Zeledón, entonó varias canciones a la entrada del cementerio.
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