Tibás.- No se guardaron nada. Llegaron con sus máquinas bien afinadas, deseosos de pisar el acelerador a fondo y sacar lo mejor de su repertorio para ponerle fin a la cuarta edición del Monster Jam en Costa Rica.
Ayer los “Monster Trucks” dieron espectáculo y de sobra, se inspiraron al ver el estadio Ricardo Saprissa prácticamente lleno y se despidieron de Tiquicia ovacionados.
El piloto Neil Elliot con su poderoso “Maximun Destruction”, salió a la pista completamente desquiciado. Aprovechó cada rincón del circuito, que contrario a los “shows” en los días anteriores, sí estuvo seco, lo que le benefició para impresionar con sus increíbles saltos, con el wheelies (situar el automotor en posición vertical), las donas (hacer trompos), y destruyó todo lo que se le puso al frente, incluidos sus rivales.
Eso sí, le dieron pelea. “Toro Loco”, maniobrado por Chuck Werner, no se quedó atrás: quiso robarse el protagonismo, emocionar al público con su buena actuación frente al volante en la modalidad de carrera, donde fue el mejor haciendo rugir su motor al máximo.
Una vez más, la cereza al pastel la puso el “Freestyle” (estilo libre). Quizá la modificación que le realizaron a la pista minutos antes a éste espectáculo, contribuyó para que el telón se cerrara de manera monstruosa.
“Max-D”, el maestro del estilo libre, demostró una vez más su paternidad en esta prueba y se fue invicto (cuatro triunfos), nadie lo pudo destronar, pese a que “Greave Digger”, conducido por Carl Van Horn, también voló con su máquina de hierro, se lució con los diferentes trucos en los dos minutos que tenía de tiempo para convencer a los jueces y obtener el mejor puntaje. Igual lo hicieron los súper héroes Superman, Iron Man y Batman, así como el perro Dalmation y “Dragon’s Breath”.
