“Siempre estuvo en nuestra mente”

Rodolfo Martín

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San Antonio de Belén, Heredia.- Cuando antenoche, a la altura del minuto 80, Kevin Sancho recogió el rechazo del defensor sancarleño Maikol Mora y, sin titubear remató de derecha contra el marco de Dony Grant y, anotaba el gol que convertía al Alejandro Morera Soto en un escenario de apoteosis, Óscar Ramírez respiró hondo, pues alcanzaba el objetivo trazado al final del anterior torneo: conseguir el bicampeonato.

Así lo admitió ayer a regañadientes, con su usual humildad y su casa en San Antonio de Belén, situada en la misma propiedad que lo vio nacer hace 46 años.

“Era muy difícil que, a esa altura del juego, pudieran revertir el marcador porque, dentro de la cancha, comienza un juego mental comparable con el no me pudiste hacer daño. Ellos hicieron los cambios para dar el último esfuerzo y fue más bien como una especie de mazazo y la ocasión para que Luis (Marín) entrara y se despidiera como lo merecía”.

Variante obligada

Ramírez, obligado por las circunstancias y en apego a una inclinación personal, cambió el sistema de juego que venía mostrando su equipo.

En el torneo pasado, apeló al balón directo, para aprovechar la velocidad de Marco Ureña, Argenis Fernández y Alen Guevara pero, al perder a los dos primeros y, quedarse solo con Leandro Barrios, optó por apelar a un juego más elaborado con la idea de tener el balón más que el rival.

“Además, nos servía para que Gerardo Chavarría pudiera cargar un poco más la parte física que nosotros no habíamos alcanzado por llegar tarde al inicio del presente torneo por haber alcanzado la final del pasado ”, dijo.

“Las primeras 16 fechas del torneo fueron para ver si el nuevo esquema de juego suplía el sustento necesario, como al final sucedió. Además, estábamos seguros que las muertes súbitas definirían el torneo y nos preparamos para eso. Por ejemplo, cerrar de primeros, ganar la localía y estudiar a los rivales para afinar la táctica en ofensiva y defensiva”.