Cariari de Guápiles. Aquí no hay salarios o premios por lograr el boleto a la gran final.
Sobran las ganas, el esfuerzo y el coraje, pero a veces se pierde el sentido común y el respeto al prójimo, cegados por dolor de la derrota.
Guajira de Guápiles derrotó 4-1 al Municipal Puntarenas en el partido de vuelta, en compromiso que fue suspendido a los 80 minutos cuando varios jugadores porteños perdieron la cabeza, y agredieron al trío arbitral, encabezado por Francisco Monge.
Los guapileños avanzaron a la gran final del torneo de la Liga Nacional de Fútbol Aficionada (LINAFA), tras su victoria y haber empatado 3-3 de visita. Ahora se la verán con Quepos por el cupo a la Liga de Ascenso, que ayer venció en penales 5-4 a Santa Ana, luego de igualar 1-1 en los 120 minutos reglamentarios, como local.
Una vergüenza
Tras el cuarto gol de Néstor Centeno, al minuto 73 y con dos hombres menos, los chuchequeros perdieron la cabeza y el arquero Juan Umaña discutió a su criterio malas decisiones del trío arbitral y la emprendió a golpes y patadas contra el central Monge y sus compañeros.
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