Esteban Cuvardic, Al Día

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Sorprendente la decisión de la Liga de prescindir de Carlos Clark y Mínor Díaz.

Y nada sorprendente lo de Cristian Lagos.

En los dos primeros casos sorprende porque, si bien no eran titulares, tanto Clark como Díaz eran dos recambios que le daban mayor profundidad a la defensa y la delantera del bicampeón nacional.

Sobre todo llama la atención lo de Mínor Díaz, quien tuvo un formidable paso por la UCR, y por eso la Liga lo llamó para la actual temporada.

En el cuadro manudo, desde luego, no le fue tan bien, pero...¿jugó tan mal como para desprenderse de él? No creo. Lo mismo con Clark.

A no ser, claro, que más allá de lo deportivo, exista algo más. ¿Indisciplina? No lo sé.

Lo de Lagos no sorprende, porque el otrora goleador de la Segunda División tuvo un pésimo desempeño con la Liga. Se cansó de botar tantos goles, que la afición de la Liga perdió la paciencia con él, le silbaban, le gritaban. Y a la primera bola que fallaba, era “crucificado”. A Lagos no lo van a extrañar. Pero ahora, con su baja y la de Mínor Díaz, debe crecer la producción de Alejandro Alpízar.

A la Liga no le sobran precisamente delanteros, así que el “Matador” debe dar un paso al frente y mejorar. El problema es que Alajuelense, hoy por hoy, depende mucho de Jonathan McDonald. Cuando éste no juega, el cuadro del “Machillo” Ramírez lo resiente bastante, igual que con Gabas y con Sarvas.

Este remezón manudo se presenta en un momento en que el “León” viene de fracasar en la Concacaf, de aflojar su rendimiento en el torneo tico, de perder en casa contra el colero. Sin olvidar las críticas de la afición y prensa al “Machillo” Ramírez, por sus continuas excusas - algunas sin sentido - cuando las cosas no van bien. Tiempos de incertidumbre corren en la Liga.