El fútbol inglés marca diferencia dinámica, intensidad y fluidez de juego

Bryan Ruiz, futbolista

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Cuando debuté en el fútbol inglés con el Fulham contra el equipo Blackburn, el árbitro me dijo: levántese, juegue, juegue, porque no hubo falta. Eso pasó cuando caí al suelo por una barrida que recibí. Estoy seguro que sí fue falta, pero me sirvió de aprendizaje porque comprobé lo que tanto se ha dicho: que en la Premier League se juega fuerte, hay que aguantar el choque y las barridas, porque es un fútbol que tiene fluidez, no existen interrupciones por pequeñas faltas, el árbitro solo pita cuando hay una clara intención.

Bueno, esa fluidez de juego que se presenta, se une a la dinámica de juego rápido y a la gran intensidad que genera la marca a presión incansable que existe para recuperar la pelota. El fútbol inglés es de ida y vuelta, se juega directo, a un alto ritmo.

Difícilmente se puede hacer un “dribling” para quitar tres jugadores, porque se dobletea en la marca. Los volantes de contención de la mayoría de los equipos “muerden” como “perros de traba”, son aguerridos, difíciles de pasar.

Cuando se habla de la adaptación que tiene que tener un jugador que llega a la Premier League, se refiere a lograr meterse en este ritmo intenso de juego, a asimilar cada vez el fuerte trabajo físico que se realiza en los entrenamientos. Yo siento que ese acomodo es necesario, pero por más asimilación que exista, la confianza es indispensable.

Recuerdo que en el debut con el Twente en el 2009 hice un partido malo, pero logré anotar y eso me dio confianza. En el segundo partido volví a ser titular y anoté.

Sí necesité adaptación del estilo de juego y conocimiento de los compañeros, pero al fin y al cabo la confianza fue lo más importante.

Tomo con madurez este inicio con Fulham, estoy disputando un puesto, quiero ser titular, pero tengo que ganarme ese lugar. Ya estoy aquí, no quiero desaprovechar esta oportunidad de entrar a la que consideran la mejor Liga del mundo por varios aspectos, uno de ellos es que es requisito obligatorio para entrar a jugar aquí, que se pertenezca a la Selección logrando jugar el 70% de partidos de los últimos dos años.