Ser madre de preadolecentes generalmente es una tarea compleja, es una etapa en la que los hijos experimentan cambios físicos y anímicos, que en ocasiones los vuelve un tanto irreverentes.
Sin embargo la guapa exSeñora Costa Rica Marisol Soto, ha encontrado la clave para más bien fortalecer la relación con sus dos princesas.
“Me llena de satisfacción y alegría poder decir que la relación que tengo con mis tesoros se fortalece día con día. La comunicación es vital, somos como tres amigas”, indicó la presentadora de “Destinos TV”.
Marianne de 15 años y Nicole de 13, son el orgullo de Marisol y su razón de vivir.
La mami no negó que en su momento le costó acostumbrarse a la idea de que sus capullos estaban convirtiéndose en hermosas mariposas.
“Sería mentirosa si dijera que fue simple asimilar el cambio de niñas a preadolecentes, para nadie es un secreto que los hijos se vuelven menos dulcitos”, manifestó.
Ponerse en los zapatos de sus muñequitas ha sido esencial para que la exreina de belleza viva a plenitud la etapa de transición de niñas y mujeres.
“Acordarme de cómo era yo cuando tenía esas edades me ha servido para afrontar de manera correcta esta etapa. Además, a mí me gusta ser una mamá muy presente, a pesar de mis obligaciones siempre busco la manera de estar en contacto con ellas”, mencionó.
Ella afirma ser súper chineadora, pero eso no quiere decir que tenga mano blanda.
“El amor que siento por hijas me impide ser tan estricta como quisiera ser. Nunca he sido amiga de los castigos físicos, tengo otras formas de hacer valer mi autoridad. Considero que la mejor manera de solucionar conflictos es mediante el dialogo”, contó.
Salir de compras, ir de vacaciones, asistir todos los domingos a misa y por supuesto charlar sobre moda son algunas de las actividades que Marisol utiliza para fortalecer los lazos entre madre e hijas.
“Ellas son demasiado coquetas, es bonito porque han aprendido de los cursos que doy, saben combinar los colores y accesorios. Otra curiosidad es que las tres somos de la misma talla, entonces comparto la ropa con ellas cuando van a alguna fiesta”, dijo.
El significado de valores como la responsabilidad y la independencia les han sido bien inculcados a Marianne y a Nicole gracias a su progenitora.
“Hacía las tareas con ellas hasta tercer grado, luego una amiga me aconsejó que las soltara para que empezaran a hacerse responsables”, explicó.
La progenitora aseguró que considera también que los padres tienen que darles independencia a los hijos. “Dejar que ellos hagan las cosas solos, porque las madres no somos eternas”, puntualizó.
“Los hijos crecen rápido y hay que disfrutar cada etapa en la vida de nuestros tesoros, saber entenderlos y estar siempre cerca”, dijo.
Afirmó que no se trata de meterlos en una burbuja para que no les pase nada, más bien es estar cerca en las buenas y no tan buenas, porque ellos aprenden de las experiencias y los errores, enfatizó.