Luis Miguel Valle fue suplente ayer, pero ingresó en el segundo tiempo para ser ese respirador artificial que ocupaba la Liga para mantenerse con vida en la Liga de Campeones de la Concacaf.
El pequeño volante fue la luz en la oscuridad manuda, y marcó la esperanza de continuar con vida en el torneo, ya que de no llegar el gol que marcó, prácticamente el torneo se acababa para los manudos.
En el minuto 90 del encuentro, Cristopher Meneses intentó rematar de larga distancia, pero la pelota le pegó a su compañero Wálter Chévez, por lo que rebotó hacia la media luna y ahí la agarró Valle, quien no dudó en castigar de pierna derecha y la colocó en el ángulo inferior izquierdo del guardavallas.
Luis Miguel entró al terreno de juego a suplir una necesidad de Alajuelense en la primera parte: tener la pelota, ya que Juan Gabriel Guzmán, ni Cristian Oviedo lograron quitar y distribuir con efectividad.
El “13” erizo lo hizo bien, lo intentó, y luchó en una media cancha, donde prácticamente estuvo solo, por lo que le pintaron la cara a la Liga más de una vez.
Valle celebró como un “gallo”, sin duda refleja lo que sucedió en su caso, luchaba solo, pero no se daba por vencido y al final recibió su justo premio: la anotación del empate.
El mediocampista sacó la garra para contrarrestar el poco fútbol que generó la Liga.
Hasta Vergara felicitó a Medford
“Pelear solo contra los defensas desgasta”
Por amenaza de muerte se retira
Venta de cigarrillos sería ilegal
Morados pagarán deuda con Fodesaf
Furtado sería separado por lesión
Alvarado volverá a la Tricolor
“Tuma” ofreció jugar con Carmelita
Boliche tico se bañó en bronce
Ticos correrán en suelo chapín
Cassano llega al club de sus amores
Bolt y Blake no se enfrentarán
