Esteban Cuvardic, editor

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Juan Carlos Rojas, presidente del Saprissa, y Alexandre Guimaraes, entrenador de la “S”, dijeron que la eliminación ante la Liga, en semifinales, no fue un fracaso.

Bueno, pues no estoy de acuerdo con ninguno de los dos. Saprissa fracasó, le guste o no le guste a los señores Rojas y Guimaraes.

Una más en la larga lista de pifias que suma “Guima” desde el Mundial 2006.

El “Monstruo” es el equipo más exitoso del país, el que más pasiones despierta. Guardando las distancias, es como el Real Madrid en España, o los Yanquis de Nueva York en el béisbol de las Grandes Ligas. Clubes que, si no ganan el título, es un fracaso.

Para ellos no vale nada ser subcampeón; y, mucho menos, caer en semifinales, y para colmos, contra el archirrival de toda una vida, la Liga.

Demasiados altibajos en la campaña del Saprissa: pésimo arranque, posterior repunte, y al final no alcanzó para superar a Heredia y la Liga en puntos, lo cual es una desventaja para los “playoffs”, al tener que cerrar fuera de casa y estar obligado a ganar al menos un partido.

Tres torneos seguidos sin título para la “S”...inaceptable. Y “Guima” tendrá más presión el próximo torneo, porque está obligado sí o sí a ganar el título. Caso contrario, no me extrañaría que su ciclo en Tibás llegue a su fin.

Alexandre hizo algunas cosas buenas en el torneo, como darle más opción a algunos de los jóvenes, mandar a la grada a Alonso Solís, y una larga racha de partidos invicto. Pero tampoco podemos olvidar un inicio desastroso, la dolorosa derrota en Guápiles y, por supuesto, la caída en semifinales contra la Liga.

“Fue un torneo muy bueno de Saprissa”, dice Guimaraes. Que me perdone, pero eso no se lo cree nadie. “Sólo nos faltó la final”, añadió.

¿Le parece poco?