El tico hizo campeón al Municipal tras seis meses de haber llegado y después de haber perdido dos finales seguidas

Rodolfo Martín

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El entrenador Javier Delgado, al lado de su hijo Ariel de 20 años, hacía ayer las maletas en Guatemala con la idea de regresar hoy a Costa Rica cargado de felicidad por haber hecho campeón al Municipal, con seis meses de haber llegado al fútbol de Guatemala.

“Estoy muy agradecido con Dios por la bendición de traerme aquí y en la primera oportunidad, después de seis meses de trabajo, haber conseguido el título”, expresó el técnico vecino de Santa Bárbara de Heredia.

A su juicio, el triunfo es justo básicamente después de tener un cierre muy duro ya que dejó en el camino al Marquense, Suchitepéquez y al Comunicaciones.

Sin embargo, el comienzo tampoco fue nada fácil porque, ante la falta de tiempo, prácticamente tuvo que armar el quipo durante el torneo.

“Llegaron 14 nuevos jugadores, al igual que el cuerpo técnico. Le dije a los dirigentes que debían de armarse de paciencia y gracias a Dios así sucedió”, añadió el técnico, casado con Naubel Ramírez con quien tiene otros dos hijos Nicol y Adrián de 17 y 11 años, respectivamente.

El equipo, para su fortuna, logró alcanzar el nivel esperado para cuando se entró en la recta final del campeonato, tramo en el cual también llegaron a su punto alto algunas figuras, como Eliseo “Cheyo” Sandoval, Saúl Phillips, Jaime Peredo, Darwin Molina y Mario Rodríguez.

Delgado, como es usual, emprendió un plan integral enfocado al crecimiento deportivo, personal y espiritual del atleta.