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Domingo 3 de julio de 2011, San José, Costa Rica
Pasión por el deporte

Columna de opinión

Paciencia a Messi y La Volpe

Antonio Alfaro

Editor

A Messi y a La Volpe hay que tenerles paciencia. Aunque usted no lo crea, tienen problemas parecidos.

Messi no jugó en el Nacional, pero tampoco en el arranque de Copa América. Aunque allá sí entró al terreno, no brilló, gambeteó algo, produjo nada o muy poco, terminó en la pantalla de televisión, en Argentina como en Costa Rica, endeudado con la afición. Ni en La Sabana ni en La Plata apareció el atacante del Barcelona, el que parece llevar la pelota atada al pie.

A esa “Pulga”, la vestida de azulgrana, le cuesta aparecer y hacerlo igual con la camiseta albiceleste, como le costaría a cualquiera que le quiten a Xavi, Iniesta, Alves, Villa, Pedro y hasta a Guardiola, el pasabola alucinante del Barcelona. No es lo mismo una Argentina plagada de figuras, reunidas un rato antes de salir a escena, la selección con más legionarios en la Copa.

La Volpe también padece las de Messi. No tiene al Barcelona, ni siquiera a México, sino una Costa Rica a la que creyó saliendo del apuro con su puñado de legionarios.

En Copa Oro su alineación llegó a estar conformada en un 82% por legionarios, pero hasta los más renombrados le quedaron debiendo: Celso es lento, Bryan lesionado, pecó a veces de individualista, a Bolaños tuvo que recodarle que aquello no era la liga danesa, donde el Copenhague juega sobrado -según mencionó el propio La Volpe en el programa Zona Técnica-.

La Volpe se quitó la venda de los ojos (la que atribuía a los periodistas que no vimos del todo bien a la “Sele” contra El Salvador) y ahora buscará, probablemente, un mayor balance entre legionarios y caseros, los que más tiene a mano. Démosle tiempo. Con conjunto, Bryan, Bolaños y Celso podrían verse mejor. ¿Qué perdemos? Peor que en los mal llamados “procesos” anteriores no nos puede ir.